martes, 29 de mayo de 2012

Carlos Horst Alberto Fuldner: Un argentino en las SS y... en la casa de gobierno con Perón

Carlos Fuldner.


Allá lejos y hace tiempo, durante los oscuros y nefastos días de la Segunda Guerra Mundial, no eran pocos los que tenían una visión demasiado "romántica" de la Argentina de entonces. El país era el granero del mundo y proveía no sólo de toneladas de trigo a los hambrientos pueblos europeos, sino que además exportaba material humano que supo hacer de las suyas en la contienda bélica más tremenda de la historia de la humanidad pero luego regresaron al país para "seguir aportando" desde la Argentina, vaya uno a saber a la causa de quién...

Hoy en día resulta imposible mirar hacia otro lado. ¿Era factible que ninguna de las dictaduras reinantes en América Latina en la época de la guerra se "perdiera la oportunidad" de enviar ayuda al Tercer Reich? ¿Se iban a quedar con las ganas? Argentina no se quedó con las ganas y así fue que Carlos Horst Alberto Fuldner (fotos de la nota), un muchacho bien parecido, rubiecito y de aspecto prolijo, nacido en Buenos Aires un 16 de diciembre de 1910, un buen día hizo sus valijas y partió hacia Europa para afiliarse sin ponerse colorado al Partido Nacional Socialista y prestar sus impagables servicios en las SS hitlerianas. No conforme con su currículum por entonces, se enroló en la División Azul del generalísimo tirano Francisco Franco y combatió a destajo en el frente ruso

Su palmarés se acrecentaba en cada paso que daba pero pensaba y soñaba con un regreso triunfal a su querida Argentina. Fuldner, no sólo metió mano (y bala) como fuerza de choque militar al servicio de Adolf Hitler, sino que además fue parte fundamental del Consorcio Sofindus en España
Este Consorcio era, dicho sea de paso, un conglomerado de empresas creadas por el Tercer Reich alemán en España con un claro objetivo: manejar los intereses económicos alemanes en tierra española. Esa experiencia, le valió a Fuldner, hacerse de las herramientas necesarias para pensar en algo similar en la Argentina (previa llegada en 1944 a Madrid como agente secreto del servicio de inteligencia alemán de Hitler).

En 1947, tras zafar increíblemente a pesar de figurar en los listados de los Juicios de Nuremberg, Fuldner puso sus pies nuevamente en Argentina y de inmediato, gracias a sus poderosos contactos y su gran experiencia adquirida (...), paso a prestar servicios en la División de Informaciones de la Casa Rosada (casa de Gobierno de la Argentina), para luego desempeñar importantes funciones en la Dirección de Migraciones (ni más ni menos y con tantos amiguitos nazis pidiendo por él...) y la Secretaría de Aeronáutica.

Juan Domingo Perón, presidente argentino por entonces, encontró  en Fuldner a un aliado de un valor incalculable y a un certero y efectivo hacedor de muchas cosas que en definitiva le resultaban muy funcionales a su gobierno y sus cuentas personales.
Fuldner, bajo estrictas órdenes y supervisión del mismísimo Perón, fue el organizador implacable de la entrada indiscriminada y clandestina de fugitivos nazis al país.
Este hecho se convertiría en el principal objetivo de los jerarcas que seguían la "Ruta de las Ratas" y que soñaban mediante la formación de la organización Odessa, con un Cuarto Reich por este lado del mundo.

Lo de Fuldner no se limitó sólo a eso. Este germano-argentino, fue el creador de la empresa Capri, que tenía como una de sus premisas fundamentales, dar protección y salida laboral (por lo menos se le puede identificar un fin loable...) a muchos nazis que se instalaron como panchos por su casa en la Argentina.
Como ejemplos bastan los casos de Adolf Eichmann (uno de los más virulentos y sanguinarios jerarcas nazis), quien ocupó un puesto en el Fuldner Bank (empresa muy ligada al gobierno de Perón por entonces) y Wilhelm Mohnke (jefe de la guardia personal del mismísimo Adolf Hitler...), quienes consiguieron trabajo encubierto gracias al esfuerzo y la "filantropía" de Fuldner. Si faltaba algo, incluyó ser el inspirador de la Asociación Germano Argentina, que era presidida por el nazi Erich Priebke, en la ciudad de San Carlos de Bariloche.

Carlos Horst Alberto Fuldner, ese argentino nacional socialista, integrante de las SS y responsable de movidas pro-nazis desde la casa de gobierno, emprendió su regreso a España, lugar donde  murió, en el año 1992.

Revisión de texto: Delmira Sanz de Matheusi (Astrolabio del tiempo)

jueves, 24 de mayo de 2012

El castillo de Wewelsburg: centro del ocultismo de las SS al que ni siquiera Adolf Hitler se atrevió a entrar jamás...

Castillo de Wewelsburg.

Wewelsburg es un castillo ubicado en el estado de Renania Norte-Westfalia, en el pueblo del mismo nombre, ubicado en las alturas del valle del río Alme. Se trata de una construcción que data de la época renacentista, de planta triangular, de una belleza y una imponencia no fáciles de encontrar y describir. Desde lo alto, con toda su majestuosidad, mira al mundo "inferior" copiando a la perfección lo que sucedía en su interior desde el año 1934. El castillo de Wewelsburtg estaba destinado a ser, ni más ni menos que, el Centro del Mundo... y el mentor de esa terrorífica idea era ni más ni menos que Heinrich Himmler, el nefasto jefe de las SS alemanas del Tercer Reich.

Himmler haciendo de las suyas en las inmediaciones del Castillo de Wewelsburg.



Todo comenzó asi...
Karl Maria Wiligut relató en 1934 a Himmler una historia que marcaría a fuego las decisiones del nazi a partir de entonces. Wiligut le contó a Himmler la vieja leyenda de "La batalla del Abedul", la cual relataba una gran batalla final entre el gran ejército del este siendo derrotado por el ejército del oeste. Wiligut le predijo algo más a Himmler: el castillo de Wewelsburg sería el último bastión de esa batalla final por el poder mundial y Himmler "compró" esa idea. No sólo la idea compró, sino que además firmó un arrendamiento por 100 años con el distrito de Paderborn para quedarse con la fortaleza.
Pero Himmler no sólo hacía caso a la leyenda referida al castillo en sí mismo. Las áreas linderas también eran ricas en historias que agigantaban el sentimiento interior de los nazis y en especial de Himmler con todo su costado esotérico. La creencia popular sostenía que en los alrededores del castillo de Wewelsburg había tenido lugar la batalla en la que las tribus germánicas unidas vencieron a las legiones de Varo, logrando establecer nada más y nada menos que las fronteras definitivas entre el Imperio Romano y el Imperio Germánico.

En el recinto interno del Castillo de Wewelsburg.



Himmler ostentaba en público una imagen acartonada, fría y despojada de toda pasión, pero en realidad el jefe de las SS albergaba en su tan intrincado interior el placer por esa conjunción entre lo histórico y lo místico. El castillo de Wewelsburg resultaba entonces el sitio ideal para que instalara allí su cuartel general de las SS, una Orden Negra de oficiales que, curiosamente, prácticamente nunca fue visitada por Adolf Hitler. Eso se cree.
Si Hitler y el Partido Nacional Socialista habían suplantado a la Iglesia, Himmler apuntaba a lograr lo mismo con el Cristianismo reemplazándolo por una religión de estado pseudo pagana inspirada básicamente en una visión idealista de la prehistoria germana, haciendo énfasis en la pureza racial y la innata superioridad del pueblo alemán.

El castillo de Wewelsburg y la orden de oficiales de las SS que allí se reunían fueron la avanzada de esa nueva religión que incluyó rituales paganos, la adoración del sol y la naturaleza entre otros. La escuela que Himmler pretendió implementar en Wewelsburg también incluía hacer hincapié en los siguientes temas: prehistoria, historia medieval y folclore germano, creación de una biblioteca de las SS y la conformación de una visión nacionalsocialista del mundo a partir del lugar en el que está implantado el castillo.
A partir de 1936 Himmler decide ampliar las instalaciones y convertir definitivamente al lugar en el centro ideológico de las SS o, lo que era aún más ambicioso y demencial: el lugar debía convertirse en el centro del mundo. En varios de los enormes recintos, el castillo albergaba piezas de profundo valor no sólo histórico, sino además esotérico, con gran significado para esa secta oscura lidearada por Himmler. Según relatan algunos, la punta de la lanza de Longinos (la misma que se clavó en el costado de Jesús en el momento de la crucifixión) y otros destacados elementos adornaban las vitirinas que eran objeto de adoración fanática por parte de Himmler y los suyos.

La sala reservada a la "elite de los caballeros" del Castillo de Wewelsburg (arriba). El castillo desde afuera (abajo).


La locura de Himmler, el fanatismo por el ocultismo, el misterio y la búsqueda desenfrenada del poder mundial y de (en definitiva) dominar a todo y a todos lo hizo ir tan lejos como en este caso. El castillo de Wewelsburg albergaba en sus entrañas a una especie de logia o de orden de "caballeros oscuros" destinados (por ellos mismos) a ser los nuevos dioses de la nueva religión.  En un recinto oscuro y lúgubre hacían de las suyas. El mismo recinto al cual ni siquiera el mismísimo y nefasto Adolf Hitler se atrevió a entrar alguna vez... y eso es mucho decir.

martes, 22 de mayo de 2012

La curiosa frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur

Curioso y muy particular el mundo en que vivimos. 
Si hay un sitio de alta tensión en este planeta, ese debe ser la explosiva frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur, pese a lo cual, semejantes enemigos mortales están divididos por una delgadísima línea de cemento. 
De un lado los del norte, del otro los del sur, tan cerca y tan lejos a la vez.
Los del norte (enemigos de los colonialistas Estados Unidos y Corea del Sur) le dan la espalda a la "Corea enemiga", también para ver si a alguien se le ocurre la poco recomendable idea de traspasar la frontera y escapar.
Por su lado, los del sur ("acompañados" por soldados norteamericanos omnipresentes) siempre miran al norte para divisar, llegado el caso, si es que algún "rojo" se atreve a avanzar hacia el sur. 
Una verdadera curiosidad, digna de otros tiempos, lejos de la tecnología, satélites espía, radares sensibles y certeros misiles a distancia. 
Ahí nomás, uno frente al otro, no se quitan la mirada de encima, en un ritual guerrero sin igual.

domingo, 6 de mayo de 2012

Francoise Holland, nuevo presidente de Francia, en reunión masónica del Gran Oriente

Mientras los ciudadanos del mundo celebran y festejan los "cambios" que están por venir tras cada elección presidencial de la que toman parte... el hilo conductor del poder mundial sigue siendo movido por quienes están llamados a cumplir estrictamente un plan. Vaya uno a saber cual...
En el video vemos a Francoise Holland, elegido el 6 de mayo de 2012 como nuevo presidente de Francia por el partido socialista, en una reunión de la Gran Logia Masónica de Oriente en el Templo Arthur Groussier llevada a cabo el 22 de noviembre de 2011. Los masones, nuevamente al poder...


jueves, 3 de mayo de 2012

Los nazis siguen en Bariloche


Bariloche, Argentina, provincia patagónica de Río Negro, una ciudad maravillosa y llena de sorpresas que, lamentablemente, no siempre vienen de la mano de los paisajes naturales bellos como pocos en el mundo. Esa belleza contrasta enormemente con la "fama" que se ha hecho (o ganado) la ciudad del sur de Argentina. Desde hace muchos años, décadas enteras, el fantasma (y algo más) de muchos jerarcas, adeptos, simpatizantes y seguidores del régimen nazi ha sobrevolado el ambiente del lugar y no siempre se le ha dado debido crédito a las historias y relatos (más allá de las pruebas contundentes) que dan cuenta de la concreta presencia de gente de esa calaña en Bariloche y sus alrededores.

La foto de este post sigue siendo lamentablemente un frío testigo de la simpatía que reina en esa hermosa ciudad turística de Argentina por la ideología que tanto daño le ha hecho a la humanidad. No hay que ser un genio ni un adivino para advertir el diseño que se forma en el centro de ese emplazamiento en la "Galería del Sol" en pleno centro de la ciudad ... El mensaje parece muy claro: ahí estuvieron... y ahí están.

miércoles, 2 de mayo de 2012

11 de 17 Cardenales alemanes le retiran el saludo al Papa Benedicto XVI

Que la Iglesia Católica Apostólica Romana como institución terrenal está en problemas, eso ya nadie lo duda. Desde hace siglos las cosas que deben cambiar no cambian y viceversa y así las cosas tras los muros (gruesísimos) del Vaticano, el Estado político más pequeño del planeta, hay voces que no se escuchan con claridad... Y si no se escucha con claridad, entonces un gesto vale más que mil palabras. El 22 de septiembre de 2011, el Papa Benedicto XVI fue a Berlín, Alemania, un lugar que a priori debería haberlo recibido con los brazos abiertos. No sólo que no ha sido así, sino que además lo ha recibido con la mano cerrada de 11 de los 17 Cardenales alemanes que formaban parte del "comité de recepción y bienvenida". Ni siquiera Tarcisio Bertone, Secretario de Estado del Vaticano, extiende su mano al principio de la fila...¿Celibato in eternum? ¿Mujeres excluídas del sacerdocio desde hace siglos? ¿infalibilidad papal? ¿Vista gorda ante los abusos sexuales? Muchos reclamos. De esos 17 Cardenales, uno intenta retirarle el saludo y ante la duda, opta por ser políticamente correcto, pero los demás.... Mirá el video...