domingo, 31 de marzo de 2013

Los negocios sucios del Príncipe Rainiero y sus consecuencias: el asesinato de Grace Kelly

El Príncipe Rainiero III de Mónaco y Grace Kelly.


Esto no es un cuento de hadas...
Cuando Grace Kelly contrajo matrimonio con el Príncipe Rainiero III de Mónaco el 18 de abril de 1956 en el Salón del Trono del Palacio de Mónaco, el reloj comenzó un inexorable tic-tac hacia atrás. Se iniciaba una cuenta regresiva que iba a culminar fatídicamente el 14 de septiembre de 1982. Aquel mundo de ensueños, aquellas historias de cuentos de hadas, que la gente común se imaginaba al ver a la "felíz pareja" monegasca, poco y nada tenían que ver con la realidad.
Puertas adentro del palacio real de Mónaco, Rainiero III, perteneciente a la familia de los Grimaldi, manejaba un imperio diminuto como pocos y peligroso como ninguno. Los Grimaldi eran una casa noble con origen en Italia, que había tomado el poder del Señorío de Mónaco de la mano de Francisco Grimaldi en el año 1297, valiéndose de legiones que llegaron vestidas como monjes franciscanos. Tal vez aquella imagen sea la perfecta representación de lo que vendría después: la imagen era una cosa y la realidad era otra...
Rainiero III, con siglos de poder absoluto en la zona y con esa peligrosa sensación de impunidad que otorga muchas veces el hecho de pertenecer a la "elite" mundial, hizo y deshizo lo que quiso a su antojo en su "querido Mónaco" desde que fue entronizado el 12 de abril de 1950.
La aureola de cuento de hadas que siempre ha envuelto a Mónaco distaba (y dista) muchísimo de lo que sucede tras bambalinas, lejos de las miradas de la gente común. Como siempre sucede.

Grace Kelly y Rainiero Grimaldi.


El apriete de Rainiero a la Mafia.
Cuenta la historia que una noche el Príncipe Rainiero III se topó en el Casino de Montecarlo cara a cara con un agente de la C.I.A. que, vaya casualidad, era miembro de la famosa Mafia X, o sea la elite que controla los hilos a nivel mundial. El encuentro lejos de ser amistoso culminó casi tan pronto como había comenzado, con la lapidaria amenaza frase lanzada por E.S. (las iniciales del mafioso en cuestión). "Si no colaborás y nos ponés trabas; mataremos a toda tu familia: uno a uno..." lanzó impunemente ante la atónita mirada de los custodios de Rainiero. El staff de seguridad del Príncipe de Mónaco quiso reaccionar y trató de accionar contra E.S., pero de inmediato Rainiero III, sabiendo a la perfección con qué clase de gente estaba tratando desde hacía décadas, se los impidió.

El mafioso no se conformó con lanzar aquella lapidaria advertencia y antes de sarlir del Casino remató la faena: "La guadaña brillará muy pronto en el desfiladero..."

Rainiero no era ajeno a este tipo de "trato" con la gente. Él mismo sabía a qué se exponía cuando se había decidido a dar luz verde al inmundo blanqueo de capitales, a los inmorales movimientos con dinero de dudoso origen y a todo tipo de negocios sucios. Como casi todos los grandes aristóctratas de su estirpe, Rainiero no sólo hacía la vista gorda sino que además se beneficiaba constantemente con el blanqueo de dinero que tantos corruptos socios que tenía llevaban adelante sobre todo en los hoteles y casinos de Mónaco. Así se hizo este Mónaco moderno, a fuerza de negocios viles y sucios, con dinero de narcotráfico, armas, prostitución y tantas otras cosas más. Todo fue precisamente "un cuento de hadas" hasta que a Rainiero se le ocurrió la bendita idea de pedir un aumento en sus comisiones...
Para decirlo de manera mucho más sencilla: Rainiero les exigía más dinero a los delincuentes para que puedan seguir haciendo sus negocios sucios en Mónaco.

Lejos de amilanarse y después de que Rainiero "se plantara" exigiendo una suba en sus comisiones, los popes de la Mafia X optaron por darle al Príncipe de Mónaco una dura lección. Mediante una compleja red de espías, la mafia tomó contacto finalmente con el automóvil particular de la Princesa Grace Kelly. Debía ser un golpe certero y lo suficientemente doloroso e impactante de modo tal que Rainiero apaciguara sus ínfulas. Y así fue.

Atentado contra Grace Kelly.


La Princesa que no pudo frenar...
Un 13 de septiembre de 1982 Grace Kelly estaba circulando con su Rover por una serpenteante ruta monegasca en dirección a Montecarlo. Faltaban unos 10 kilómetros para llegar a destino tras una jornada que se había iniciado de manera tensa entre Grace y su hija Estefanía. Madre e hija habían discutido y durante el viaje de regreso a Montecarlo el aire se cortaba con cuchillo entre ambas. Grace Kelly, curiosamente y a pesar de que era bastante reacia a manejar, se negó a ser conducida por un chofer y decidió en cambio tomar el volante de su Rover junto a su hija aquella jornada. Cuando se desplazaba por la sinuosa ruta y acercándose a un retome de 180° de baja velocidad (20 kilómetros por hora) un testigo que circulaba relativamente cerca declaró que vio como claramente las luces de stop del Rover no se encendían al llegar a la curva , tras lo cual el auto dio varios tumbos cayendo por un profundo barranco y quedando con las ruedas hacia arriba. La princesa no pudo frenar. Los fernos jamás respondieron a la orden de su pie derecho...
Seste Liquio era el propietario de la finca en donde cayó el Rover de Grace Kelly y fue él mismo quien ayudó a salir del auto a Estefanía sin adevrtir quienes eran en realidad las ocupantes del auto.
Curiosamente aquella fatídica ruta era la misma en la que se la podía ver a la bella Grace conduciendo un auto en la famosa película de 1955 "To catch a thief" (Atrapa a un ladrón), protagonizada por ella misma junto a Cary Grant y dirigida por el genial Alfred Hitchcock... pero esa es otra historia de misterio y suspenso (muy coincidente, por cierto...).

Lugar del atentado contra Grace Kelly.


Como en tantos otros casos, la "investigación" (así, entre comillas) dejó bastante (mucho) que desear. Sin que mediara una inspección adecuada del lugar, sin que los peritos hayan revisado las cercanías y trataran de entender la dinámica del accidente mortal de Grace Kelly, se emitió un comunicado oficial en el que se decretaba como causa oficial del accidente un desperfecto en los frenos. Los peritos aún estaban en el lugar del accidente cuando el comunicado se dió a conocer al mundo entero...

Funeral de Grace Kelly.


Un accidente repentino. El shock mundial por la muerte de una personalidad famosa y querida. Un mensaje claro y contundente hacia quien había osado intentar poner en apuros a la mismísima Mafia X y el rebote de la noticia en todos los medios del mundo haciéndose eco de la "versión oficial" de accidente, ocultando la de atentado.
Grace Kelly falleció el 14 de septiembre de 1982 y poco después los jefes mafiosos volvieron a ponerse en contacto con Rainiero. No se anduvieron con vueltas: "¿Has entendido Rainiero? si necesitas otra demostración, entonces haremos lo mismo con cada uno de tus hijos..."
El Príncipe de Mónaco se dedicó a mostrarse destrozado tras la muerte de Grace Kelly y nunca más volvió a tocar el tema. El mensaje se había recibido. La lección había sido aprendida.



jueves, 21 de marzo de 2013

Las profecías de Benjamín Solari Parravicini sobre Argentina, el Papa y el Vaticano

 Benjamín Solari Parravicini


El visionario pintor argentino Benjamín Solari Parravicini (1889 - 1974) sorprendió por dejar al mundo lo que él llamó psicografías premonitorias, dibujadas a los largo de su vida entre 1936 y 1972. Algunas de ellas podrían asociarse precisamente al Papa Francisco o a la situación actual del Vaticano. Parravicini fue exitoso con la pintura a nivel internacional. Se dio a conocer con el relato de la muerte de Alfonsina Storni. Él contó que se despertó con olor a mar y algas que cubrían y la voz de una mujer que se encontraba en el mar separándose de la vida. Ella sería la poetisa que murió ahogada al lanzarse a las aguas en octubre de 1938.

Además de sus cuadros como pintor, dejó más de 1000 de estas psicografías, algunas de ellas, muy reveladoras como las torres gemelas, Mussolini y otras.


Nueva era llega.


En la imagen central se observa un dibujo realizado por el pintor en 1972, titulado ¡Nueva era llega!. Parravicini escribe en ella: “nueva era llega! Mundo en disfraz. Mascarada perenne”, en la parte superior y “La iglesia entregará su otorgamiento a la renunciación del Papado y el nuevo será joven de ideas", en la sección inferior. El visionario argentino habla de una renuncia en el papado, algo inusual en el Vaticano, propio como se dio con la renuncia de Joseph Ratzinger en su papel de Papa Benedicto XVI. El nuevo papa “es joven de ideas”, no de edad, según el texto, como Francisco. Las nuevas ideas las traería Jorge Bergoglio, el Papa Francisco, un jesuita de origen argentino. Desde su primer día rechazó las costumbres antiguas del Vaticano, desde la ropa, el uso de joyas de valor, automóviles lujosos y declaró que en sus habitaciones cabían unas 300 personas. Luego destacó que quiere “una iglesia pobre para los pobres”, remarcando aún más su línea que sostiene que el centro de la institución no está en el papado mismo, sino en sus creencias.


Desde Argentina.


En la primera imagen de la galería, observamos la psicografía que describe en latín un rey de raza argentina.
“Crisol de razas. Argentina. Cristo REX. Nuevas corrientes de sangre feliz”, escribió Parravicini. Por la imagen y las palabras en latín algunas personas la asocian a quien gobierna la iglesia Católica, de origen argentino, como el Papa Francisco, si bien no está tan claro.


Los dos papas.


Otra psicografía, la segunda de la galería, es muy llamativa, al mostrar a dos papas a la vez, un período único en el Vaticano, similar al que se vive hoy. Parravicini escribe:
“¿Qué?, ¡Divergencias! El nuevo papa será luego de arduas luchas internas. Dos luces diferentes. Dos verdades, dos problemas. Avanzará el confusionismo y de ello, emergerá lo inesperado”. El  renunciado papado de Joseph Ratzinger, vivió una ardua lucha interna en la iglesia el año pasado antes de abdicar, que llevó incluso a la cárcel a su secretario personal. Se revelaron entonces documentos secretos del Vaticano que denuncian una serie de irregularidades internas desde económicas hasta sexuales. El grupo que dice haber publicado los documentos advirtió en 2013, en declaraciones televisivas anónimas que la lucha interna en el Vaticano es fuerte, en dos posiciones divergentes, una de ocultar la información y dejar la investigación en nada, y otra de aclarar. Al renunciar Ratzinger, el mantiene su estatus de Papa, no como Benedicto XVI, sino como Papa emérito, y sigue viviendo en una residencia en el Vaticano, mientras emerge un inesperado nuevo Papa Francisco ejerciendo un nuevo poder. Ambos papas viven en el mismo pequeño Estado inserto en Roma.


Cataclismo y el Papa que viaja a América.


Parravicini también hizo una psicografía titulada Cataclismo, relaciona a un papa que viaja a América, según se observa en la galería.
“El papado entra nuevas normas. Lo malo de ayer dejará de serlo. La misa será protestante sin serla y los protestantes serán católicos sin serlo. El papa se alejará del Vaticano en viajes y llegan a América, en tanto la humanidad caerá”.
Este texto se ha asociado a muchas épocas, a los dos papas anteriores y a diversos conflictos, pero nunca a un verdadero cataclismo como se señala en el dibujo, por lo que queda como un enigma, si ocurrirá realmente cuando un papa cruce el mar hacia América.


Desorientación en el Vaticano.


La siguiente imagen que legó Parravicini, es de 1938 y habla de la desorientación en el Vaticano, “Roma en desdichas, cae en desastres la ciudad ducal. Hermetismo en el Barrio de Nápoles. Desorientación en el Vaticano. La iglesia se hunde, el Papa saldrá, se popularizará pero será tarde. Las reformas asustarán a los católicos. Los curas jóvenes enfrentarán a las corrientes pasatistas de poder y dominio. Nueva iglesia. Nuevas formas. Conciliábulos en luchas. El mañana será el regreso a las catacumbas”. Información: LaGran Epoca.com

Finalmente... una preofecía que queda a la libre interpretación de cada uno (aunque la comparación con la realidad de Argentina por estas horas y la "coincidencia" de las imágenes resulte inevitable...)





jueves, 14 de marzo de 2013

Francisco es el Papa Negro


Papa Francisco: los Jesuítas otra vez al poder en la Iglesia...


El argentino Jorge Mario Bergoglio ha sido elegido el 13 de Marzo de 2013 como papa sucesor de Benedicto XVI. Tras el cónclave de cinco votaciones no han sido pocos los que se han sorprendido por la elección. Hay dos motivos fundamentales que dan lugar a la sorpresa: en primer lugar, se trata del primer Pontífice hispanoamericano, el primero "no europeo" electo en siglos, y por otro lado, es el primer jesuita en llegar al trono del Vaticano.

Pero el hecho de que sea efectivamente el primer jesuita en convertirse en el pastor universal de la Iglesia Católica coincide sorprendentemente con la popular profecía de Nostradamus sobre el 'papa negro', ya que, al superior de la Compañía de Jesús se le conoce bajo el nombre de 'papa negro' y a la congregación también se la denomina "La Orden Negra". El famoso profeta tuvo alguna vez la visión sobre de la llegada de un papa de color en el siglo XXI que sería quien tendría el "dudoso privilegio" de anunciar el fin de los tiempos (Hay quienes interpretan ésto como el "fin del mundo" y no son pocos los que sostienen que se trataría del "fin de la Iglesia"). Nostradamus supo profetizar que tras este Papa (el Papa Negro) ya no habría ningún otro y después llegaría el tan temido Apocalipsis.

Dijo Nostradamus:
"Al principio habrán enfermedades mortales como advertencia, luego habrán plagas, morirán muchos animales, habrán catástrofes, cambios climáticos, y finalmente empezarán las guerras e invasiones del rey negro".

Francisco se presenta ante los fieles en la Plaza de San Pedro. Ha llegado el "Papa Negro".


Esta predicción puede asociarse directamente (imposible no hacerlo) con el nombramiento de Jorge Bergoglio como sumo Pontífice de la Iglesia porque pertenece precisamente a la orden de los Jesuitas. Esta congregación ha sido sin lugar a dudas una de las más influyentes a lo largo de la rica (y muchas veces convulsionada y controvertida) historia de la Iglesia Católica y su máximo representante es conocido como 'papa negro'. El apelativo de 'papa negro' proviene principalmente del color de las sotanas que visten tradicionalmente los miembros de la congregación y que contrasta históricamente con el color blanco de la vestimenta del Papa.

No obstante, hay que destacar que Bergoglio no es el sumo representante de los jesuitas, no es la máxima autoridad de la también llamada "Compañía de Jesús", sino que en la actualidad lo es Adolfo Nicolás y tampoco, obvio está, es de raza negra. Sin embargo, su nombramiento como Papa Francisco lo coloca indudablemente en un sitio de suma importancia dentro de la "Orden Negra" jesuítica, la congregación fundada en 1540 por San Ignacio de Loyola, la misma que alguna vez fue expulsada por la propia Iglesia de América, la Orden que durante las últimas décadas había perdido tanta fuerza en el seno de la Iglesia Católica.
Ahora, los Jesuítas retoman el poder. El "Papa Negro" está aquí... para quedarse.


Nota relacionada:
http://historiasladob.blogspot.com.ar/2012/03/las-profecias-de-san-malaquias-y-el.html

domingo, 10 de marzo de 2013

William Patrick Hitler y su carta a Franklin D. Roosevelt pidiéndole luchar contra su tío...

William Patrick Hitler y su madre.
 
 
William Patrick Hitler nació un 12 de marzo de 1911 en Liverpool, Reino Unido, en el seno de un hogar formado por Alois Hitler Jr. y su primera esposa, Bridget Dowling. Alois tenía un incómodo "privilegio": era el medio hermano de un tal Adolf Hitler y eso... fue un pesado lastre no sólo para él, sino también para su descendencia. Eso mismo pudo comprobarlo años después el propio William, apodado "Billy" y en algunas ocasiones también conocido por su círculo íntimo como "Paddy".

Alois regresó a Alemania en 1914 pero, como se había vuelto una persona violenta, Bridget decidió no seguirlo. Incapaz de restablecer contacto debido al estallido de la Primera Guerra Mundial, Alois abandonó a su familia, dejando a William al cuidado de su madre. Se volvió a casar en bigamia, pero restableció el contacto a mediados de los años 1920 cuando le escribió a Bridget pidiéndole que mandara a William de visita a Alemania, en plena República de Weimar. Finalmente acordó hacerlo en 1929, cuando William ya tenía 18 años de edad. Alois tuvo otro hijo con su esposa alemana Heinz Hitler, quien, en contraste con su medio hermano, se volvió un nacional-socialista comprometido y murió en cautiverio soviético durante la Segunda Guerra Mundial. (Fuente: Wikipedia)

William Patrick Hitler regresó a la Alemania nazi en 1933, en un intento de beneficiarse de la ascensión al poder de su tío. Éste le consiguió trabajo en un banco y en la fábrica de automóviles Opel después, para seguir posteriormente como vendedor de automóviles. Insatisfecho, William persistió en pedirle a su tío un mejor trabajo, y existieron rumores de que posiblemente chantajeó al líder nazi con la venta de historias vergonzosas sobre la familia Hitler a la prensa si no recibía un mejor trabajo (entre los rumores podría haber estado la bigamia de su padre). En 1938 Hitler le pidió a William que renunciara a su ciudadanía británica a cambio de un trabajo de alto rango. William sospechó que se trataba de una trampa y decidió huir del país. Después intentó extorsionar a Hitler con amenazas de decirle a la prensa que el presunto abuelo paterno de Hitler era en realidad un mercader judío emigrado a Austria. Al regresar a Londres escribió un artículo para la revista Look titulado "¿Por qué odio a mi tío?". En 1939, William y su madre fueron de gira de conferencias a los Estados Unidos, invitados por el magnate William Hearst, y se quedaron "atrapados" cuándo estalló la Segunda Guerra Mundial. (Fuente: Wikipedia)

William Patrick Hitler se esforzó por "separarse" de su nefasto tío Adolf.


Pero la vida de William Hitler iba a tomar un rumbo inesperado en 1944, cuando harto de todo el peso que significaba llevar el infame apellido, decidió que era hora de luchar contra... su mismísimo tío Adolf Hitler. Por eso decidió contactarse directamente con el presidente de los Estados Unidos, Franklib D. Roosevelt y solicitarle formalmente que le permita alistarse en las fuerzas armadas norteamericanas y quitarse, de alguna manera, la mancha del apellido aportando lo suyo por la causa de la "libertad" desde el bando aliado. Las cosas no eran tan sencillas y el FBI no perdió tiempo, dedicándole largas horas de trabajo en las sombras para investigar al Hitler que pretendía ponerse de su lado... (Les resultaba bastante incómodo tener a un Hitler defendiendo la causa de la libertad).

La carta que William Patrick Hitler le envió a Franklin D. Roosevelt decía lo siguiente:

Estimado Señor Presidente:

¿Puedo tomarme la libertad de interrumpir su valioso tiempo y el de su personal en la Casa Blanca? Consciente de los críticos días por los que atraviesa la Nación, sólo lo hago porque es la prerrogativa de su alto cargo la única que puede ayudarme en mi difícil y singular situación.

Permítame esbozar lo más brevemente posible mi problema, cuya solución podría lograrse fácilmente en caso de que usted se sienta movido a interceder por mí.

Soy el sobrino y único descendiente del mal afamado canciller y líder de Alemania, que hoy tan despóticamente intenta esclavizar a los pueblos libres y cristianos del mundo.

Bajo su magistral dirección, Señor Presidente, hombres de todos los credos y nacionalidades están librando una batalla desesperada para determinar, en última instancia, si finalmente sirven y viven en una sociedad ética en Dios o son esclavizados por un régimen diabólico y pagano.

En estos momentos todo el mundo debería hacerse la pregunta de qué causa está dispuesto a servir. Para la gente libre con un profundo sentimiento religioso no puede haber sino una sola respuesta y una sola elección, que los sostendrá siempre hasta el amargo final.

Yo solo soy uno entre muchos, pero tengo una vida que entregar y puedo prestar un servicio a esta gran causa para que, con la ayuda de todos, triunfe en el final. Todos mis familiares y amigos marcharán pronto hacia la libertad y la decencia bajo las barras y estrellas. Por eso, Señor Presidente, le presento respetuosamente esta petición para preguntarle ¿me permitiría unirme a su lucha contra la tiranía y la opresión?

En la actualidad esto se me ha negado, porque cuando me escapé del Reich en 1939 yo era un súbdito británico. Vine a Estados Unidos con mi madre irlandesa para reunirme con mis familiares. Al mismo tiempo me ofrecieron un contrato para escribir y dar conferencias en los Estados Unidos y la presión no me dejó tiempo necesario para solicitar la admisión en el contingente. Tenía por lo tanto, que venir como visitante.

He tratado de unirme a las fuerzas británicas, pero mi éxito como conferenciante me ha convertido probablemente, en uno de los mejores oradores políticos con la policía teniendo que controlar frecuentemente a multitudes clamorosas en Boston, Chicago y otras ciudades. Esto provocó en las autoridades británicas una respuesta negativa a mi petición.

Los británicos son un pueblo estrecho de miras al mismo tiempo que amables y corteses, es mi impresión errónea o acertada, y creo que a la larga no podrían sentir simpatía por una persona con mi nombre.

El alto costo del procedimiento legal británico que exigiría cambiarme el nombre es una solución que escapa a mis posibilidades financieras. Al mismo tiempo, dudo que el Ejército canadiense facilitase mi entrada en sus fuerzas armadas. Tal y como están las cosas, y sin ninguna orientación oficial, me parece que tratar de alistarme como sobrino de Hitler es algo que requiere una extraña clase de valentía que soy incapaz de reunir, privado de cualquier apoyo oficial.

En cuanto a mi integridad, solo puedo decir que es una cuestión que consta y se puede comparar de alguna forma al espíritu previsor con el que usted,  por cada ingenio se conoce el arte de gobernar, arrancó del Congreso Americano esas armas que hoy son la gran defensa de la Nación en esta crisis.

También puedo reflejar aquí que en un momento de gran complacencia e ignorancia traté de hacer las cosas que, como cristiano, sabía que eran lo correcto. Como fugitivo de la Gestapo advertí a Francia a través de la prensa que Hitler planeaba invadirla ese mismo año. También avisé al pueblo británico por los mismos medios de que la llamada "solución" de Munich era un mito que traería terribles consecuencias.

A mi llegada a Estados Unidos, informé a la prensa de que Hitler perdería a su Frankenstein en la civilización de ese año. Aunque nadie hizo caso a lo que dije, seguí dando conferencias y escribiendo en los Estados Unidos.

Ahora, el tiempo de escribir y hablar ha pasado y solo soy consciente de la gran deuda que mi madre y yo debemos a los Estados Unidos. Más que ninguna otra cosa me gustaría ver pronto el combate activo y por lo tanto, ser aceptado por mis amigos y compañeros como uno más en esta gran lucha por la libertad.

Su simple decisión favorable garantiza que el benévolo espíritu del pueblo americano, del que me siento parte, continua. Con el mayor de los respetos, le aseguro Señor Presidente que al igual que hice en el pasado, haría todo lo posible en el futuro para ser digno del gran honor que me se me concediera, con la certeza de que mis esfuerzos a favor de los grandes principios de la democracia serán al menos comparados a las acciones de muchos individuos que por largo tiempo han sido indignos del  privilegio de llamarse a sí mismos americanos.

Por lo tanto, ¿puedo aventurarme a esperar, Señor Presidente, que en la confusión de este enorme conflicto no rechazará mi petición por razones de las que yo no soy de responsable?

Para mí no podría haber mayor honor que servirle, y mayor privilegio que haber luchado y ser parte de la construcción del título con el que pasará a la posteridad como el más grande libertador del sufrimiento humano en la historia de la política. Sería feliz de darle cualquier información adicional que pueda ser requerida, y me tomo la libertad de adjuntar una circular que contiene  algunos detalles sobe mi mismo.

Permítame, Sr. Presidente, expresar mis mejores deseos para su salud y felicidad, junto con la esperanza de que pronto pueda liderar a todos los hombres del mundo que creen en la decencia hasta una victoria gloriosa.
Suyo sinceramente, 
Patrick Hitler

 William Patrick Hitler jurando al ser admitido en la Marina norteamericana en 1944.


Finalmente en 1944 le concedieron los permisos necesarios para alistarse y lo hizo en la Armada norteamericana. Según una historia publicada en un periódico en la época de su reclutamiento, cuando fue con el oficial del servicio militar y se presentó, el oficial de reclutamiento contestó, en tono claramente jocoso: "Encantado de verle, señor Hitler, mi nombre es Hess". (Fuente: Wikipedia)

Una vez finalizada la segunda guerra mundial, William Hitler se casó y cambió su "complicado de llevar" apellido paterno por el de Stuart-Houston. Vivió (y tuvo hijos) en la localidad de Patchoge, Estados Unidos, en donde murió el 14 de julio de 1987.

William Patrick Hitler en la Marina norteamericana.



martes, 5 de marzo de 2013

Perón y la "materia gris" alemana en Argentina

Juan Domingo Perón.


Hablar sobre Juan Domingo Perón es hablar de uno de los más grandes y emblemáticos políticos/militares de la historia argentina. Su huella y su impronta son, aún hoy en día, innegables e imborrables, con todo lo bueno y todo lo malo que ello conlleva. Perón sabía lo que quería y aunque en la mayoría de los casos sus acciones tuvieron una relativamente buena intención y redundaron en ciertos beneficios para la masa trabajadora, su plan era defonitivamente otro: el poder absoluto. Hacer de la República Argentina una potencia política, económica, tecnológica y militar que emulara (y le hiciera sombra) a las naciones fascistas y nazis de la vieja Europa a las que él mismo tanto admiraba.
Con esa idea en mente el caudillo argentino se propuso rearmar aquel mundo populista, demagogo, industrial y militarista con lo que iba quedando de Alemania (que no era poco) tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Perón "leía" muy bien el mapa geopolítico de entonces, era capaz y lo suficientemente inteligente (desde su óptica y la de sus seguidores) como para hacer que el maltrecho Ave Féniz "alemán" reviviera de entre las cenizas de la Alemania nazi vencida (sólo en los campos de batalla) por los Aliados y así las cosas se propuso firmemente recuperar (para su beneficio y su intento de eternización política y militar) "todo lo bueno" que pudiera aportar Alemania para la Argentina y toda la región...
Las circunstancias obligaron a Perón a acordar con los nazis el "traspaso" de todas aquellas "cosas buenas que pudieran aportar" para el entonces Granero del Mundo (tal como se la llamaba a la Argentina). Perón comunicó secretamente a los nazis que Argentina les declararía (falsamente) la guerra (sobre el mismísimo final de la contienda) y de inmediato, tras esa cortina de humo y millones, se comenzaron a tejer las redes de la nefasta organización Odessa, con la inestimable colaboración y protección de parte de Perón. El líder argentino fue fundamental a la hora de lograr el escape de los nazis de la Europa destruída y brindar protección total e impunidad para ellos en esta nueva tierra que los recibía tan afectuosamente. Todo lo demás es para otra historia, pero lo concreto es lo que pensaba Perón, cosa que se encargó de transmitir y dejar bien en claro...

Ésto decía Perón por aquel entonces:

"Mucho antes que terminara la guerra, nosotros nos habíamos preparado ya para la posguerra. Alemania estaba derrotada, eso lo sabíamos. Y los vencedores se querían aprovechar del enorme esfuerzo tecnológico que había hecho ese país durante más de diez años. Aprovechar la maquinaria no se podía porque estaba destruída. Lo único que se podía aprovechar eran los hombres. A nosotros también nos interesaba eso. Les hicimos saber a los alemanes que les íbamos a declarar la guerra para salvar miles de vidas. Intercambiamos mensajes con ellos a través de Suiza y España. Franco entendió de inmediato nuestra intención y nos ayudó. Los alemanes también estuvieron de acuerdo. Cuando terminó la guerra, esos alemanes útiles nos ayudaron a levantar nuestras fábricas y a mejorar las que ya teníamos. Y de paso, se ayudaron a ellos mismos..."

domingo, 3 de marzo de 2013

Hermine Speier: una mujer laica, investigadora, alemana y judía en el Vaticano

Hermine Speier


Desde hace siglos se insiste (y no sin motivos) con las críticas hacia la Iglesia Católica Apostólica Romana por el rol que históricamente le ha asignado a la mujer. Sin ir más lejos, no son pocos quienes intentan lograr que se abran las puertas de par en par para que las muejres pueden ejercer efectivamente el sacerdocio en los diferentes niveles de la Iglesia. No viene al caso debatir en este espacio sobre la doctrina de la Iglesia y sobre su funcionamiento como una institución que es a la vez de moral, también política. Sea por lo que sea, la Iglesia no ha dado lugar a la mujer durante mucho tiempo y eso incluye también a quienes trabajan (o pretendían hacerlo) en la sede rom,ana de la Iglesia.
Sin embargo hubo una primera vez, aunque tardía, en que hubo lugar para una mujer (como trabajadora) en el Vaticano.  Hubo una primera mujer en ser aceptada para traspasar uno de los portales laterales de la ciudad del Vaticano para poder trabajar paredes adentro en el país más pequeño (y uno de los más poderosos) del mundo. Desde los lejanos días en los que Pedro tomó la posta de Jesús de Nazareth y se convirtió en cabeza terrenal de la Iglesia, debieron pasar tantísimos años, miles de años, para que finalmente Hermine Speier pueda ingresar al Vaticano como la primera empleada mujer en siglos...

Hermine Speier era arqueóloga y su tarea en la Santa Sede fue la de encargarse de ordenar el archivo fotográfico de los Museos Vaticanos. Corría el año 1934 y el Papa Pío XI conducía al rebaño cristiano en tiempos difíciles, llevando la barca por aguas turbulentas. Lo curioso del caso de Hermine Speier es que no era religiosa, condición indispensable para poder trabajar por aquel entonces en la sede de la Iglesia en Roma. Ella era una laica, una investigadora, ubicada hipotéticamente muy lejos de la "sin razón" de la fe. Tampoco era italiana, otra condición que por lo general no se podía evitar si se quería ganar el pan de cada día en el Vaticano. Hermine era alemana, nacida el 28 de Mayo de 1898 en Frankfurt. Pero había algo más... es que Hermine Speier tampoco profesaba la religión Católica Apostólica Romana: Ella era judía.


 Hermine Speier


Durante el Pontificado del Papa Pío XI esta mujer pudo recalar en las oficinas vaticanas siendo no pocas veces objeto de las más comprensible curiosidad de parte de la curia del Vaticano. Laica, investigadora, alemana y judía: todo chocaba de frente contra las costumbres milenarias de la Iglesia y su negación a la apertura y la modernidad. Un buen día hasta el mismísimo Papa Pío XI se sintió intrigado por la presencia de aquella mujer (tan interesante y capaz) en la Santa Sede y así las cosas le preguntó a uno de sus colaboradores más cercanos sobre la religión que profesaba Hermine. Cuando el assistente le respondió que Hermine era judía, el Pontífice dijo: "Una razón más para contratarla..."

Hermine Speier vivió dentro de las paredes del Vaticano desde 1934 y allí atravesó días complicados como los de la Segunda Guerra Mundial bajo las órdenes del controvertido Papa Pío XII. Cumplió sus funciones en la Santa Sede hasta el año 1967 (bajo las órdenes del Papa Paulo VI). A lo largo de los años que pasó trabajando en el Vaticano Hermine se fue acercando paulatinamente a la fe cristina, a la cual finalmente se convirtió. La conversión al catolicismo le valió a Hermine la incomprensión y desaprobación de toda su familia, con la cual rompió lazos definitivamente. Hermine falleció el 12 de Enero de 1989 en la ciudad de Montreaux y su cuerpo se encuentra enterrado en el Campo Santo Teutónico, dentro de los límites del Estado Vaticano, justo al lado de la Basílica de San Pedro.


 Tumba de Hermine Speier en el Vaticano. Museos Vaticanos. Papa Pío XI.


Hoy, mirando hacia atrás, podemos ver que esa mujer fue la primera en ingresar a trabajar al Vaticano, siglos después de la instauración de la Iglesia en esta Tierra. Aquella solitaria y particular presencia fue finalmente la punta de lanza para otras mujeres que a partir de entonces pudieron desarrollar funciones dentrro de los límites del Estado Vaticano. Hermine Speier, laica, investigadora, alemana y judía era poseedora de una personalidad y una capacidad que no le permitían detenerse en prejuicios inútiles y miedos paralizadores. Una pintoresca y valiente pionera de los derechos de la mujer en un ámbito machista, amigo en muchas ocasiones de lo antinatural, de la fe ciega, la sin razón y decididamente hostíl a una vida compartida entre hombres y mujeres.