sábado, 15 de octubre de 2016

La leyenda nazi de la Casa Winter

Casa Winter, Fuerteventura, Islas Canarias.

Una casa solitara.
¿Qué llevó a un agente alemán a levantar su bello palacete en medio de la nada sobre las desoladas costas de Fuerteventura? ¿Cuál era su idea para mandar construír semejante caserón en un remoto y casi inaccesible paraje perdido de las Islas Canarias?
Los majoreros (tal como se conoce a los vecinos de la Península de Jandía, al pie del Pico de la Zarza) siempre hablaron de viejas historias de nazis, una pista para aviones disimulada en la playa, vuelos nocturnos, pasadizos secretos y la misteriosa llegada de U-Boots; sin embargo nada de eso quedó registrado en los papeles oficiales ni -mucho menos- en la cuidadosamente retocada biografía de Gustav Winter, su propietario, conocido por quienes lo frecuentaban como “Don Gustavo”.
Allí, donde el acceso es difícil y el viento azota sin miramientos ni contemplación, sigue creciendo la leyenda de la Casa Winter.

La misteriosa villa alemana en medio de la nada misma.


Levantada en 1946, era propiedad de Gustav Winter (1893-1971), un ingeniero y espía alemán ingresado a la lista negra elaborada por la Inteligencia Británica en 1945 y una de las 104 personas que vivían en España al amparo del Generalísimo Francisco Franco que a quienes les daba protección y seguridad.

El escritor Alberto Vázquez-Figueroa (autor de “Fuerteventura”, novela en que se nombra a la casa Winter en un contexto nazi), dijo alguna vez en una entrevista a “Canarias Ahora” que “a nadie se le ocurre hacer un caserón como aquel en un lugar tan perdido. Si ahora para llegar te juegas la vida, en los años '40 debía ser mucho más peligroso. Algo muy importante tenían que esconder para construir ese monstruo escondido en un sitio absolutamente inaccesible”.

Apartada y protegida: ¿para qué y de quienes?


Las leyendas.
Las leyendas son muchas, las posibilidades de que sean absolutamente ciertas también. 
Una habla sobre la llegada de submarinos alemanes, teoría que no pocos toman como un auténtico disparate pero que, sin embargo, nadie deja de considerar, ya que -según vecinos de la zona- los U-Boots tenían acceso a cuevas subterráneas desde el Océano; hipótesis verosímil teniendo en cuenta el origen volcánico de la isla y el complejo sistema de cavernas derivado de su proceso de formación. La Cueva del Viento en Tenerife, vale mencionarla, es un claro ejemplo de ello.

Vista elevada de la Casa Winter.

Otra leyenda cuenta que Gustav Winter había firmado en 1937 un contrato de arrendamiento sobre la Península de Jandía con los herederos del conde Santa Coloma con aparentes intenciones de levantar una fábrica de cemento y una planta procesadora de pescado; proyectos que pese al empeño demostrado no lograron prosperar; tras lo cual el agente alemán valló de un día para el otro todo el territorio circundante hasta entrados los años ’50. Se dice que fue el mismísimo Franco quien cedió esa zona a los alemanes y que éstos construyeron una pequeña pista de aterrizaje disimulada inteligentemente sobre la playa que aún hoy en día puede llegarse a divisar.

Otro caso es el de la vieja vagoneta Krupp (importante empresa alemana) encontrada cerca de la casa. Todavía pueden verse algunos rieles que van en dirección de la montaña, algo que no hace otra cosa más que alimentar (y sostener) la teoría sobre las intenciones de Gustav Winter de unir Cofete (al Norte) con Morro Jable (al Sur) facilitando de ese modo la navegación militar en una zona definitivamente más favorable.

La vagoneta Krupp (actualmente en el patio interno de la casa).


Otra leyenda habla de misteriosas explosiones que algunos vecinos aseguran recordar en las inmediaciones de la Casa Winter (también conocisa como Villa Winter), abonando a la idea de la posible construcción de túneles secretos; mientras que otros creen que con esas explosiones Winter quiso alcanzar Morro Jable a través de las montañas.

 Pasadizos secretos de la casa.


Finalmente, está el viaje que Don Gustavo hizo en 1937 a Berlín para recibir dinero que fue destinado a estas “obras” en Fuerteventura. La única referencia apareció en 1971 en la revista alemana “Stern”, única entrevista que Gustav Winter dio a un medio alemán en toda su vida en la cual aseguró que todo eran meras habladurías. Según esta versión, Winter llegó de Alemania con un maletín repleto de dinero perteneciente a Hermann Göring, lugarteniente de Hitler y jefe supremo de la poderosa Luftwaffe.

 Estado actual del moderno sistema de comunicaciones.

Una de las habitaciones "reservadas" en un altillo.

Vista aérea actual de la pista de aterrizaje disimulada en la arena de la playa.


Pasados los años, todo sigue siendo una curiosa leyenda, sin embargo la llegada de U-Boots a las Islas Canarias es un hecho comprobado, las conexiones de Winter con el nazismo han sido imposibles de ocultar, las habitaciones con puertas secretas y los (para entonces) modernísimos aparatos de comunicación inhalámbrica (posiblemente con la España Franquista y Berlín) sólo comparables al actual sistema de Wi-Fi siguen resultando muy difíciles de explicar.


Marcelo D. García
Historias Lado B


Fuente: https://www.escapadarural.com/blog/la-leyenda-nazi-de-la-casa-winter/