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lunes, 20 de enero de 2014

Henry Ford: nazi norteamericano, financista de Hitler y rabioso enemigo de los judíos

 Henry Ford, nazi norteamericano.


Pensar en la barbarie nazi desatada y sin control, en el antisemitismo rabioso e irracional, en la intolerancia elevada a su máxima expresión, en la persecución y el exterminio de millones de seres humanos, inevitablemente (y por designios prefijados por la historia oficial, aunque no sin motivos) significa pensar en Adolf Hitler. Desde su irrupción a principios de los años '20 Hitler fue sistemáticamente sindicado como el generador de las más radicales y extremas políticas que derivaron luego en el terror vomitado por el sanguinario Tercer Reich alemán. No carecen de fundamentos, por supuesto, las acusaciones sobre Adolf Hitler, de hecho el Führer nazi ha sido el rostro visible del mal durante mucho tiempo, pero en realidad Hitler no había "inventado" nada. Absolutamente nada. No estaba solo y, a nadie ha sorprendido. El surgimiento de Hitler y su ascenso vertiginoso y letal hasta la cumbre del poder fue la triste y lamentable resultante de un pensamiento y un sentimiento (no sólo alemán) que llevaba en gestación mucho tiempo. Muchos pensadores, filósofos e ideólogos habían venido sembrando el camino del antisemitismo y unas otras cuantas teorías de más que dudosa validez en Europa mucho antes de que Hitler hubiera nacido. Las falsas ideas de una superioridad racial, de una humanidad "pura", de gente superior a otra y los postulados que sindicaban al pueblo judío como causante de todos los males de la humanidad estaban más que instauradas y bien aceptadas. Hasta la "inesperada" irrupción de Hitler en las veladas de debates de una vieja cervecería de Munich con sus arengas violentas, nadie se había "animado" a llevar adelante aquellas ideas extremistas y, finalmente, ponerlas en práctica.
El "poder" real que siempre se oculta en las sombras necesitaba y venía buscando desde hacía tiempo a un enceguecido que se pueda hacer cargo de aquella inmunda tarea de lograr un mundo para pocos y que además, llegado el caso, quedara en la historia como el único responsable de las más grandes atrocidades. Había llegado Hitler, pero... había quienes lo habían fogoneado.

Símbolo inequívoco de la pujanza, la mentalidad y el poder (en muchos sentidos) de los Estados Unidos de América, Henry Ford supo estar desde la pimera hora entre aquellos que se encargaron, sistemáticamente, de esgrimir sus más que discutibles argumentos antisemitas a diestra y siniestra y, como si fuera poco, dejarlo todo escrito para la posteridad y la memoria siempre tan selectiva de los poderosos y los vencedores en las guerras. La mentalidad sectaria de Henry Ford encontró inspiración en todos aquellos pensamientos discriminatorios y violentos que insistían en la superioridad de unos sobre otros, pero además supo ser además debida inspiración para otros que vienieron después.
Ford no sólo fue orgulloso portador de la "Gran Cruz del Águila Alemana" en su solapa desde el 30 de julio de 1938, no sólo supo hacer pingües negocios con la Alemania nazi a costa de la provechosa venta de vehículos que movilizaban a la Wermacht hitleriana durante la segunda guerra mundial, sino que desde mucho tiempo antes, fue un auténtico y más que válido inspirador (uno más entre tantos) de Adolf Hitler, ese mismo Hitler que enagenado como estaba, nada había inventado. Hitler era una "cartero". Llevaba un mensaje que otros, ya mucho antes, se habían encargado de escribir...
Dice la leyenda que en uno de los despachos de Hitler había una fotografía del Führer nazi con, precisiamente, Henry Ford. La admiración de Hitler por Ford tenía su explicación, y es que estando encarcelado el Führer nazi entre 1923 y 1925, y en momentos de escribir su panfletario "Mein Kampf" pudo volcar en sus páginas algunas ideas que ya previamente, en 1920, el mismísimo Ford había planteado en su ofensivo libro "El Judío internacional".

"Der Internationale Jude" escrito por Henry Ford.


En su libro profundamente sectario, discriminador y violento, Ford comenzaba su primera parte colocando la vara muy alta y haciendo suyo un texto de la Nueva Enciclpedia Intrernacional, Ford comenzaba su agresión diciendo lo siguiente:
 
"Entre las más destacadas características de la raza hebrea, es preciso citar: acentuada aversión
por toda labor física que implique fatiga; muy pronunciado espíritu de familia; instinto religioso
innato y concepto en extremo elevado de la hermandad de tribu; ánimo esforzado, propio de
profetas y de mártires, más bien que de adalides cultu ales y belicosos; extraordinaria aptitud para
afrontar adversidades; excelente predisposición para el comercio; astucia y perspicacia para la
especulación, particularmente en asuntos de dinero; una pasión de oriental por el lujo, el íntimo
goce del poderío y de los placeres que ofrece una posición social elevada; bien equilibradas
facultades intelectuales".


Y continuaba:

"Vivimos nuevamente en una época en que el judaísmo atrae la atención crítica del mundo entero.
Su ingreso durante la Gran Guerra en lo más escogido de las esferas financieras, políticas y sociales
fue tan general y evidente, que su posición, su poderío y sus fines fueron recibidos con acerba
crítica, y en la mayoría de los casos causaron repulsión. No constituyen las persecuciones una
novedad para el judío. En cambio, para su ética racial, es nueva esta exaltación. Cierto es que este
pueblo sufre hace 2000 años los efectos de un instintivo antisemitismo de las demás razas, pero
semejante aversión nunca llegó a ser consciente, ni pudo expresarse concreta ni claramente. Hoy,
por el contrario, digámoslo así, esta sometido al microscopio de la observación científica, que nos
hace conocer y comprender los verdaderos orígenes de su poderío, de su aislamiento y hasta de
sus amarguras.
En Rusia se le responsabiliza del bolcheviquismo, acusación que, según de donde provenga, podrá
considerarse fundada o infundada. Los norteamericanos, que fuimos testigos de la fanática
elocuencia de los jóvenes judíos, apóstoles de una revolución social y económica, estamos en
excelente posición para poder formar un claro juicio de lo que existiera real y verdadero en tales
acusaciones. En Alemania se achaca al judío la derrota experimentada, y una amplísima literatura
con innumerables pruebas detalladas impele, en verdad, a muy serias cavilaciones. En Gran
Bretaña, se dice que el judío es el amo verdadero del mundo, que la raza hebrea constituye una
supranacionalidad que vive entre y sobre los pueblos, los domina por el poder del oro, y acicatea
fríamente un pueblo contra otro, en tanto se oculta cautelosamente entre bastidores. Por último, en
Estados Unidos llama la atención la insistencia con que los judíos - los viejos por apego al dinero,
por ambición los jóvenes - se infiltran en todas las organizaciones militares, y particularmente en
los rubros dedicados a los negocios industriales y mercantiles derivados de la guerra, criticándose
en especial el cinismo con que dichos judíos explotan en provecho propio los innúmeros
conocimientos que lograron en su calidad de funcionarios del Estado".


"La cuestión judaica, en una palabra, ha hecho su aparición en escena. Más, como ocurre en casos
parecidos, en los que cuestiones de ventaja personal desempeñan cierto papel, aparecen también
determinados esfuerzos para acallarla, insinuando la inconveniencia de exponerla en público. En
cambio, la infalible experiencia prueba que todo problema escamoteado así, tarde o temprano
torna a abrirse paso, y entonces en formas inconvenientes y hasta muchas veces peligrosas.
El judío constituye un enigma mundial. No obstante ser su masa pobre en absoluto, domina,
empero, el mercado económico y financiero del mundo entero. Viviendo sin patria, ni gobierno, es
decir, en la dispersión, demuestra, empero, una unidad nacional y una tenacidad no alcanzada por
pueblo alguno. En la mayoría de los países, salvo restricciones, supo convertirse en el soberano
efectivo, al amparo a veces de los patronos. Dicen antiguas profecías, que los judíos retornarán a
su vieja patria, desde cuyo centro geográfico dominarán a la totalidad de los pueblos, no sin antes
haber resistido el combinado al mundo de las naciones del mundo entero".


"Der Internationale Jude" escrito por Henry Ford.


En su libro de más de 220 páginas plagadas de filosos puñales disfrazados de palabras, Henry Ford daba rienda suelta a su más agrio antisemitismo racial sin el más mínimo reparo y pudor. Su escrito y sus pensamientos han sido,en parte, la lamentable inspiración que Hitler había encontrado para darle forma a su arenga en "Mi lucha". Palabras como las que son expresadas a continuación no dejan dudas sobre la clase de persona y dirigente que era Ford. Decía el creador del genial Ford "T":

"La facilidad de los hebreos para negociar con los gobiernos halla también su explicación en las
antiguas persecuciones, en cuyos dolorosos momentos el judío comprendió el inmenso poder del
oro sobre los caracteres venales. Allí donde se dirigía, le perseguía como una maldición la creciente
antipatía popular. Los judíos, como raza, no se hicieron jamás simpáticos, hecho que el más
ferviente hebreo no negará, aunque se esfuerce por ofrecer una explicación satisfactoria. Tal vez
alguno que otro judío, como particular, goce de nuestra estima, y hasta es posible que
determinados rasgos del carácter judío, detenidamente estudiados, nos resulten simpáticos. Sin
embargo, una de las cargas que soportan los judíos como raza, radica en la antipatía colectiva de
los otros pueblos. Existe esta antipatía en nuestra eran moderna, en países civilizados y en
condiciones que, al parecer, tornan imposible toda persecución.
El judío, en cambio, parece preocuparse muy poco de la amistad o enemistad de los demás
pueblos, acaso por los fracasos de épocas pretéritas, o también, y con mayor verosimilitud, por
suponerse hijos de una raza superior a todas las otras. Pero sea cual fuere el verdadero motivo,
existe el hecho de que su tendencia principal se dirigió siempre a conquistar para sí reyes y
nobleza. ¿Qué les importaba a los hebreos que los pueblos murmuraran contra ellos, en tanto los
reyes y su corte fueran sus amigos? Así vimos existir siempre, hasta en las épocas más duras para
ellos, un "judío de corte", que mediante sus préstamos y los grillos de la deuda, pudo penetrar a
cada instante en la antecámara real. Fue siempre táctica judaica aquella del "camino recto al
cuartel general". Jamás trato el judío de conciliarse con el pueblo ruso; buscó, en cambio, las
simpatías de la corte imperial. Tampoco quiso nunca envolver en sus redes al Zar y a su Gobierno.
En Inglaterra se reía el hebreo del pronunciado antisemitismo del pueblo inglés. ¿No tenía acaso,
detrás suyo a toda la nobleza? ¿No apretaba en sus manos todos los hilos de la bolsa londinense?
Dicha táctica de ir "derecho al cuartel general" explica perfectamente la omnipotente influencia que
tiene el judaísmo sobre tantos gobiernos y la política de los pueblos. Semejante táctica pudo desarrollarse con facilidad por la habilidad del judío de poder ofrecer en cualquier momento aquello
que los Gobiernos precisaban. Cuando se trataba de un empréstito, intervenía al punto el judío de
corte, facilitándolo con ayuda de hebreos de otras capitales o centros financieros. Si un gobierno
quería saldar una deuda vencida, pero sin confiar el precioso metal a un convoy a través de
terrenos peligrosos, también aparecía el judío, que se hacía cargo del asunto; extendía
sencillamente un papel, y cualquier institución bancaria establecida en la otra capital pagaba el
importe. Cuando por primera vez se proveía un ejército con pertrechos modernos, igualmente se
encargaba de ello un judío que poseía el dinero suficiente y disponía también del sistema
adecuado. Lograba, además, la satisfacción de convertirse en acreedor de toda una nación".


Protestas en Estados Unidos contra Ford.


La admiración no iba en un solo sentido. Lo mismo que Hitler sentía por Ford, Ford lo sentía por Hitler. Ese emblema de la industria norteamericana, ese estandarte de la concreción de las "oportunidades" en la tierra de la libertad y el respeto, se encargó también de ser uno de los más fieles y contínuos sostenedores económicos del Führer nazi. Ford hizo todo lo posible para lograr que Adolf Hitler llegara al poder en Alemania y, de paso, intentara dominar al mundo. Y cuando Hitler estuvo en la cima, Ford se encargó de sostenerlo. Después de todo ¿por qué no financiar a alguien que pensaba igual que él?
Los medios periodísticos y no pocos ciudadanos comunes (Sobre todo y fundamentalmente en los Estados Unidos) no permanecieron ajenos a todo eso.
Hubo manifestaciones en las calles, hubo multitudinarias protestas contra Ford, en quien la gente no sólo veía a un socio inpensado de su propio supuesto "enemigo", sino que por sobre todas las cosas, advertía a un intolerante autoritario que lejos estaba de traer bienestar a sus semejantes.
Los medios periodísticos, por su parte, también tenían lio suyo para decir.


El financiamiento de Hitler de parte de Ford en la prensa. 28 de diciembre de 1922 "Fort Wayne News Sentinel".


Para remate, a modo de "tiro de gracia", entre tantas cosas que decía Henry Ford en las páginas del ofensivo libro "El Judío internacional", se preguntaba ¿Cómo se defiende Alemania contra los hebreos?. Así lo respondía:

 "El judío, en Alemania, es considerado solo como un huésped que, abusando de la tolerancia, pecó
con su inclinación hasta el dominio. En efecto; no hay en el mundo mayor contraste que el
existente entre la raza germana pura y la hebrea. Por esta razón no existe, ni puede existir
mancomunidad entre ambas. El alemán no ve en el judío más que al huésped. En cambio, el judío,
indignado por que no se le conceden todas las prerrogativas del indígena, alimenta un odio injusto
contra el pueblo que le aloja. En otros países logro el judío mezclarse mas fácilmente con el pueblo
indígena y acrecentar su poderío con menos trabas, mas en Alemania no le fue posible. El judío
odia por esto al pueblo alemán y, precisamente, por esta misma razón, aquellos pueblos en que la
influencia judía predominaba en mayor grado, demostraron durante la lamentable guerra mundial
el más exacerbado odio contra Alemania. Fueron judíos los que predominaron casi exclusivamente
en el enorme engranaje informativo mundial, que fabricó la "opinión pública" con respecto a
Alemania. Los únicos que resultaron beneficiados con la Gran Guerra fueron en realidad los judíos".


El libro fue publicado originalmente en 1920 bajo el título completo de "The international jew: the world's foremost problem" (El judío internacional: el primer problema del mundo), por The Dearborn Independent, un semanario antisemita de derecha dirigido por el secretario privado de Ford, Ernest G. Liebold. El periódico había publicado también, y difundido ampliamente en los Estados Unidos, "Los protocolos de los sabios de Sion" una publicación marcadamente antisemita y decididamente mentirosa."El judío internacional" se ha publicado en cuatro volúmenes y se ha traducido a seis idiomas, entre ellos el alemán. Conservado tristemente para la posteridad, este libro es la más clara y contundente prueba de que la barbarie, la intolerancia, la denigración y la violencia, también pueden camuflarse detrás de una nación supuestamente democrática, rectora de la conducta mundial.


Marcelo García
Historias Lado B


Referencias:
- Ford, Henry (2003). The International Jew: The World's Foremost Problem. Kessinger Publishing. ISBN 0-7661-7829-3, p. 61.
- Farber, David R. (2002). Sloan Rules: Alfred P. Sloan and the Triumph of General Motors. University of Chicago Press, ISBN 0-226-23804-0, p. 228.
- Lewis, David I. (1976). The Public Image of Henry Ford: An American Folk Hero and His Company. Wayne State University Press., pp. 146–154.

jueves, 22 de agosto de 2013

Isidro Lángara: el futbolista que le ganó a la intolerancia de Franco, Hitler y Mussolini

¿Pudo una pelota de fútbol ser alguna vez más poderosa que toda la maquinaria de guerra puesta al servicio de la muerte y la destrucción? ¿Pudo alguna vez un simple jugador de fútbol quitarle el sueño a tres de los más encumbrados dictadores de la historia de la humanidad? Como si se tratara de un inpensado héroe de la resistencia frente a los horrores de las más violentas dictaduras, Isidro Lángara, fue quien logró oxidar los nervios de acero de líderes autoritarios como Francisco Franco, Adolf Hitler y Benito Mussolini. Los tres por igual tuvieron motivos para detestarlo y practicamente querer borrarlo de la faz de la Tierra. 
Esta es la historia de Isidro Lángara, el jugador de fútbol que le ganó a la intolerancia a fuerza de goles y una buena dosis de valentía. Una goleada al horror.

Por Marcelo D. García para Historias Lado B.


Francisco Franco, Isidro Lángara, Benito Mussolini y Adolf Hitler.


Fútbol, propaganda e intolerancia.
Que el fútbol hace rato ha dejado de ser simplemente un juego ya no quedan dudas. No es extraño ver a encumbrados políticos, a exitosos empresarios, a mediocres dirigentes codearse con amigos y enemigos pugnando por conseguir un primer plano en la foto victoriosa que ilustrará  la primera plana de los medios mundiales. Inescrupulosos, cuasi delincuentes, usurpadores de los dineros ajenos y en muchas ocasiones generadores de asociaciones ilícitas y violentas con la frase "divide y reinarás" como lema principal entre ceja y ceja lo lograron: el fútbol ya no es un juego.
Pero... ¿es que acaso alguna vez lo fue? En las tribunas y dada la pasión genuina de la mayoría de los aficionados, muy posiblemente sí. Desde el punto de vista de la utilización con fines políticos y personales, no.
Al mirar hacia atrás resulta difícil notar alguna diferencia entre las conductas de los dirigentes actuales y las de otros tiempos. Irresponsables representantes de clubes e instituciones, mercenarios del poder a cargo de nefastas políticas deportivas y de seguridad, aprovechadores de las masas poco pensantes, acarreándolas, llevándolas de las narices, propiciando negocios de dudosa legalidad y generando violencia disfrazada de pasión tribunera. Lo que vemos hoy en día no se aleja demasiado de la barbarie de otros tiempos, sólo que con aspecto de otra cosa, aunque con similares nefastas intenciones.
La importancia de la "propaganda" es vital para cualquier régimen. No hay distinciones de signos e ideologías en este punto. De derecha, de centro, de izquierda, todo da igual. Lo es en la actualidad y lo fue, llegando a límites insospechados, también con anterioridad. Negocio y una manera populista de llevar la mirada y atención de la gente común hacia donde se le ocurra al dirigente de turno.

Dictadores como Francisco Franco, Adolf Hitler y Benito Mussolini han sabido de ésto y lo han utilizado hasta límites insospechados. Ellos han sido las cabeceras de playa más visibles de la violencia, la intolerancia y la destrucción puestas a su entero servicio y también, por supuesto, han sabido sacar el debido provecho de la propaganda política y, entre otras cosas, la utilización indebida de los eventos deportivos. El fútbol no ha sido la excepción. En eso, el papel de este deporte maravilloso no ha cambiado tanto como pudiera llegar a creerse.
Y para que esos conspícuos personajes de la historia pudieran lograr sus objetivos, sus representaciones deportivas debían salir victoriosas, del mismo modo en que ellos fogoneaban a sus poderosos ejércitos en los campos de batalla, así también buscaban la supremacía en eventos deportivos. No era concebible la existencia de un otro que se oponga, un rival, un contrincante, un contendiente superior. Y entonces apareció un tal Isidro Lángara...

Algo sobre Lángara.
Isidro Lángara Galarraga nació en Pasajes, Guipúzcoa (España) el 25 de mayo de 1912. Fue un gran futbolista español que jugó en 12 ocasiones integrando la Selección de fútbol de España, anotando 17 goles y consiguiendo así una de las mejores marcas de tantos anotados por partido por cualquier futbolista con la "roja". Pero no sólo tuvo oportunidad de ser parte de la alineación de la selección española sino que también integró la selección vasca. Esas participación en la "separatista" selección fue precisamente uno que muy particularmente provocó el enojo del Generalísimo dictador español Francisco Franco.

Isidro Lángara jugó además en varios equipos de fútbol incluyendo el Real Oviedo en España (entre 1930 y 1936), el Club Deportivo Euzkadi de México (entre 1938 y 1939); el Club Atlético San Lorenzo de Almagro de Argentina (entre 1939 y 1943); Real Club España de México (entre 1943 y 1946) y finalmente el Real Oviedo de España (entre 1946 y 1948).

Debutó internacionalmente (como seleccionado de su país) en 1932 y jugó su último partido como internacional en la selección española en 1936. Participó en la Mundial de Fútbol Italia 1934, donde jugó dos partidos y marcó 2 goles, que supusieron la eliminación de la Selección de Brasil y un gran dolor de cabeza para Benito Mussolini. En el segundo partido, ante Italia, cayó lesionado y no pudo jugar el tercer partido de España en aquel Mundial, de nuevo ante los italianos, que supuso la eliminación de España.Otro dictador que llegaba a odiarlo. Y en la lista también estaba el sanguinario Hitler.


Mundial de Italia 1934: los temores de Mussolini.
Lángara participó en el Mundial de Fútbol de Italia disputado en 1934. Jugó dos partidos como integrante de la selección de España (ese ha sido el primer mundial disputado por la selección española) y marcó 2 goles en total, que contribuyeron a la eliminación de la Selección de Brasil (España 3 - Brasil 1). En el segundo partido de aquel Mundial la selección española enfrentaba a Italia, evento en el cual Lángara fue lesionado y no pudo participar en la alineación que disputó el tercer partido de España en aquel Mundial, nuevamente ante los italianos, que supuso finalmente la eliminación de España. La nota saliente de aquellos días era la mirada que "Il Duce" Benito Mussolini, el fascista dictador italiano, había depositado sobre Lángara. Los dos goles de Lángara ante Brasil y en la previa al encuentro contra la local Italia fascista, hizo que Mussolini lo tuviera entre ceja y ceja y poco menos que perdiera el sueño. El líder de la Italia fascista, el conductor que no frenaba ante nada ni nadie, había sido inquietado por Lángara quien esgrimía un arma inpensada: la pelota.
  
España derrota a los alemanes: la furia de Hitler.
Alemania contra España, 1935: Munzemberg lo sufre a Lángara.


El 12 de mayo de 1935 se disputaba un encuentro entre las selecciones de fútbol de Alemania y España en la ciudad de Colonia (Alemania). Era el primer "choque" entre las selecciones nacionales de ambos países y el partido había generado muchísimo interés. De un lado, la selección de la Alemania nazi  llevaba una buena racha desde su destacado papel en el Mundial de Italia de 1934 donde, al ganarle a la selección deAustria, se quedó con el tercer puesto final del torneo. Por otro lado, los alemanes llevaban tres victorias consecutivas fuera del territorio de Alemania y estaba considerada como la segunda potencia futbolística europea en aquellos momentos, justo por detrás Italia. Contrariamente, España, venía desentonada tras un tibio empate la samena previa en Lisboa, Portugal.

Ochenta mil espectadores colmando el estadio. Muchos de los jugadores españoles jamás habían participado de un partido con semejante cantidad de asistentes en las tribunas. Las banderas con la cruz esvástica alrededor del campo de juego eran lo suficientemente intimidantes como para aflojarle las piernas a cualquier mortal sobre la Tierra que aprecie mínimamente la vida. Se interpretaron los himnos y los jugadores de España estuvieron firmes pero en posición normal. Los alemanes, por supuesto, brazo derecho en alto, extendido en saludo nazi. Era 1935 y en España gobernaba la República mientras que en Alemania nazi, Hitler hacía lo que le venía en ganas. Hubo un previo acuerdo muy curioso. Si se producía una lesión o algún inconveniente, el jugador que saliera del campo podía volver nuevamente, retirándose su reemplazante. Fue una novedad reglamentaria que finalmente no prosperó.
A los 11 minutos de juego el jugador alemán Conen tomó un centro y envió la pelota hacia la red. Alemania ganaba de local y España, lejos de amilanarse, iría por la suya.


Lángara contra Buchloh. Victoria española y furia de Hitler en Colonia.


A la hora exacta de iniciado el partido, Lángara empataba tras conectar un centro de su compañero Ventolrá. La selección española lanzaba un baldazo de agua helada sobre la afición alemana, los jugadores y el mismísimo Hitler. Siete minutos más tarde, Lángara volvía a rematar de forma brillante: otra vez Ventolrá remató de cabeza, el arquero alemán Buchloh rechazó corto y Lángara, jugándose el pellejo, la envió nuevamente a la red. Alemania 1, España 2.

Los jugadores españoles sabían que ese triunfo, de mantenerse, los colocaría otra vez más como uno de los mejores equipos de Europa. Alemania dio la sensación de desatar una "guerra relámpago" sobre el arco español. El aqruero Eizaguirre, en su mejor partido con la Selección, atajó todo y un Lángara endemoniado y autor dos goles hacía sonrrojar a sus germanos rivales. Finalmente, triunfo de España en la Colonia nazi, frente a una turba NacionalSocialista y haciendo enfurecer al mismísimo Führer. Luego, lo más complicado... salir vivos de ese estadio.


El futbolista combatiente: goles contra Franco.
Contra Franco: la selección Euskadi, 1937.


Lángara, además de ser un gran jugador de fútbol, era una persona muy comprometida con su gente y tenía fuertes y bien afirmadas convicciones e ideales. Cuando dio comienzo la fraticida y sangrienta Guerra Civil Española, Lángara se alistó, sin dudarlo, en el bando republicano. El Generalísimo Francisco Franco, el líder de la sonada militar contra la República jamás podría llegar a sospechar de la siguiente movida de aquel jugador de fútbol ahora devenido en combatiente.
En 1937, Lángara; se enroló en la Selección de Euskadi, un combinado regional creado por el Gobierno Vasco con el fin de recaudar fondos en Europa para los refugiados vascos y realizar una labor propagandística en favor del Gobierno Vasco y la República. Lángara coincidió en esta selección con muchos de los mejores futbolistas vascos de la época como Luis Regueiro, Guillermo Gorostiza o Txato Iraragorri. El Euzkadi realizó una brillante gira por países de Europa disputando varios partidos amistosos. Tras caer la ciudad de Bilbao en manos de los franquistas la Selección de Euzkadi se marchó (por razones más que obvias) a América para proseguir la gira, pasando por Cuba, México y Argentina entre otros países. El equipo recaló finalmente en México donde jugó la Liga Mayor de los años 1938-39, bajo la denominación de Club Deportivo Euzkadi, quedando finalmente en segundo lugar. En 1939 al finalizar la guerra con derrota republicana se disolvió la tan particular selección de Euzkadi y Lángara optó por seguir exiliado fuera de España. Su próximo equipo estaba en Argentina, donde su antiguo compañero de la selección vasca, Ángel Zubieta lo recomendó para jugar en San Lorenzo de Almagro. Pero esa es otra historia...
Franco nunca pudo olvidar aquel mal trago provocado por ese cóctel inesperado del cual uno de los principales ingredientes había sido precisamente Lángara.


 Oviedo vs. Real Madrid, 1946: Lángara buscando el gol.

La estampa de Lángara.


Pitazo final.
El resto de su vida deportiva, desde 1939 hasta 1948, transcurrió en el "exilio". Fue ídolo también fuera de los límites de su amada España, sobre todo en la Argentina, y cuando decidió regresar a su tierra natal para vivir el final de sus días, sus increíbles y legendarias historias pasaban casi desapercibidas entre sus modestos comentarios.
Esta leyenda del fútbol y de la lucha contra los grandes dictadores de otros tiempos falleció en Andoain, Guipúzcoa (España) el 21 de agosto de 1992.
Nunca se casó, tal vez porque su única compañera ideal, su mejor amante sólo pudo haber sido la pelota de fútbol. La misma pelota que fue su más mortífera y efectiva arma contra la intolerancia y el autoritarismo. Isidro Lángara, aquel jugador que cabeceaba como si estuviera rematando con la derecha, lo había logrado: le había propinado una tremenda goleada al horror.

Historias Lado B


Fuentes de consulta:
- Wikipedia / - Elpais.com / - Marca.com 

martes, 13 de agosto de 2013

Carl Peter Vaernet: de los crímenes de las SS en Buchenwald al Ministerio de Salud de Juan Domingo Perón

Una tumba en el Cementerio Británico de Buenos Aires, Argentina. Un nombre, el de Carl Peter Vaernet, cuya sola mención provoca escalofríos. Una historia que comenzó con la locura de Adolf Hitler y el Reich de los Mil Años, para desembocar en la frenética búsqueda de fórmulas para la eterna juventud y la "cura" de la homosexualidad. Ofrendas siniestras para prolongar la vida del Führer y la inexistente raza aria que tuvieron como uno de sus máximos responsables a un Mayor de las SS de la Alemania nazi. Aquí la historia de Carl Peter Vaernet, el "especialista" y "científico" criminal nazi que, pisando las cabezas de miles de víctimas inocentes, gracias a una trama planificada por los Aliados tras la Segunda Guerra Mundial y culminada por Juan Domingo Perón en la Argentina, le dieron una segunda e inmerecida oportunidad en la vida.

Por Marcelo D. García para Historias Lado B.

SS-Sturmbannführer Carl Peter Vaernet


Génesis de algunas atrocidades nazis:
Cuando Adolf Hitler tomaba el poder el 30 de Enero de 1933 y proclamaba a los cuatro vientos que en Alemania comenzaba a gestarse el "Reich de los Mil Años" no estaba esgrimiendo una de sus tantas brabuconadas por que sí. Eran muchos los alemanes (y no sólo los simpatizantes del Nacional Socialismo) que creían fervientemente en la superioridad de la inexistente "raza aria" y así las cosas no eran precisamente pocos los que sostenían que para que ese imperio de 10 siglos pudiera convertirse efectivamente en realidad, los "puros" y "superiores" arios debían no sólo doblegar a los "subhumanos" de "otras razas" que no compartían esa "bendición ancestral" de los germanos, sino que además debían reproducirse de manera y en cantidades tales como para hacer que los de "raza aria" sean una inmensa y perdurable mayoría. Los nazis (y no sólo ellos) sostenían (y no sin razón) que las "otras razas" procreaban más seres que los "arios" y, como no podía ser de otro modo, actuaron en consecuencia. A su modo, claro... Para completar y hacer aún más complicado este dilema, ahí estaba el mismísimo Hitler: el Führer, según pasaban los años, se empecinaba en ser visto como un ser providencial, capaz (únicamente él) de llevar adelante la tan ansiada transformación alemana y como si fuera poco no tenía (aparentemente) descendencia, por lo cual se hacía más que necesario que los "especialistas", "investigadores" y médicos" nazis comenzaran una ardua tarea en pos de encontrar las diferentes maneras de hacer que la vida de los "arios" se extendiera mucho más de la media normal, por no decir que en realidad buscaban la fórmula de la eterna juventud o, si se quiere, el modo de vivir para siempre. El principal beneficiario de ese sensacional descubrimento sería justamente Adolf Hitler: había que darle al Führer la chance de seguir al frente del Reich por tantos años como fuese posible, prácticamente hacerlo "inmortal". Toda una locura.
El nefasto Josef Goebbels, a través de su tan letal, mentiroso y efectivo aparato de propaganda, sabía como hacer lo suyo. Los mensajes que diariamente se enviaban en pos de hacer creer en la supuesta e inventadísima inmortalidad de Hitler no se hacían esperar, y se centraba ese discurso en los innumerables casos en los que Hitler, como alumbrado y guiado por la Providencia, lograba escapar una y otra vez de funestos atentados contra su vida, de los cuales siempre ha salido indenme. Goebbels hacía lo suyo y los "científicos" nazis deberían hacer "su parte" para completar la faena. La tarea era titánica: hacerlos a Hitler y a sus súbditos , efectivamente, inmortales.

Hitler le dio plenipotenciarios poderes a su nefasto médico personal, Karl Brandt. En una movida típica de los estados y gobiernos totalitarios, el nazismo se valió de millones y millones de marcos del Reich (quitados de la boca y los bolsillos de los ciudadanos comunes) destinados a investigaciones criminales con mentirosa cobertura científica o médica. El grosero despilfarro de fondos públicos de manera desmesurada mientras el ajuste se comenzaba a sentir entre el común de la población en tiempos previos a la segunda guerra mundial (y durante la guerra también), fue una de las marcadas características del régimen nazi y entre los "beneficiarios" de esas medidas se encontraba precismente Karl Brandt, quien además hacía las veces de Ministro de Salud del Tercer Reich. Hitler le confirió poderes y medios económicos absolutos a Brandt y en consecuencia nadie podía hacer su movida sin antes consultarle y conseguir su "bendición". Entre quienes podían llegar a hacer "su movida" estaban Heinrich Himmler, jefe supremo de las SS y cabeza ejecutiva e ideológica de la tenebrosa Ahnenerbe (Comunidad para la Investigación y Enseñanza sobre la Herencia Ancestral)(1) creada para demostrar la superioridad y orígenes de la raza aria; y el gigante industrial I.G. Farbenindustrie A.G.
La I.G. Farben era un conglomerado de industrias (200 aproximadamente) al servicio del Reich que podía producir desde anfetaminas hasta diferentes tipos de combustible, y en el medio todo lo imaginable. Desde la cúpula de la empresa decidieron ir aún más lejos que las primigenias ideas de Brandt y comenzaron a fogonear la idea de que esa "fórmula de la eterna juventud", que además de conseguirse, sea aplicada (una vez conseguido el objetivo) a todos y cada uno de los alemanes. Todos los alemanes deberían ser "inmortales" o por lo menos, muy longevos y activos sexualmente, tanto como se pudiera. El comienzo de la segunda guerra mundial, las bajas que empezaron a darse y (nuevamente) la inexistente (por lo menos hasta entonces) descendencia de Hitler comenzaron a convertir la idea de la "extensión del tiempo de vida más allá de lo habitual" en una verdadera obsesión para los "científicos" nazis.


"Experimentos" de Vaernet con homosexuales en Buchenwald.


Karl Brandt se lo había puesto entre ceja y ceja y además sabía de qué manera convencer sin más vueltas a Hitler sobre la importancia de los temas en cuestión: la mejora de la raza aria, la "cura" de la homosexualidad (sobre todo y fundamentalmente en hombres arios, en alemanes "puros"), la extensión del tiempo de vida más allá de lo habitual, la salud perfecta, la vida sexual plena a pesar de los años de vida y la multitudinaria procreación de nuevos seres puros nacidos de madres alemanas que fueran capaces de engendrar decenas de hijos, por no decir centenares. Era un maquiavélico y diabólico plan orquestado para poblar al mundo con seres arios y, de paso, para lograr que los que ya habían nacido se beneficien con la ansiada fórmula de la eterna juventud y por consiguiente llegaran a ser longevos hasta límites insospechados.
Entre el grupo "selecto" de "médicos, especialistas y científicos" de elite encargados de semejantes e infaustas tareas estaban además de Karl Brandt; el "Angel de la muerte" Joseph Mengele y un tal Carl Peter Vaernet (en pocas ocaciones mencionado también como Karl, con K), éste último absolutamente dedicado al "tratamiento" y "cura" de la homosexualidad.


Historia de los Nazis contra los homosexuales:
La gran libertad de prensa que hubo durante la república de Weimar provocó una explosión de material impreso sobre la homosexualidad, como "Der Eigene" (El Tesoro) publicación editada por otro grupo de defensa de los derechos de los gays, "Gemeinschaft der Eigenen". Durante el período de entreguerras se publicaron treinta diarios, revistas y boletines diferentes dirigidos exclusivamente a homosexuales. Aparecieron novelas y libros de todo tipo. En 1919 se realizó la película "Anders als die Andern" (Diferente a los demás), interpretada por Conrad Veidt, que narraba la historia de un homosexual víctima de chantaje que recurría a la ayuda de un médico famoso (interpretado por Magnus Hirschfeld); por lo visto los chantajes a homosexuales eran una auténtica industria en Alemania. En 1921 se fundó el grupo de teatro de orientación homosexual "Theater des Eros". Pero el cambio de clima empezó a notarse en el año 1920 cuando Hirschfeld fue agredido por antisemitas en Munich, un asalto recogido con regocijo por la prensa nazi, creciente también por aquel entonces. Hirschfeld sufrió otro atentado en 1923: durante una conferencia le disparó un joven en Viena (Austria), siendo heridas varias otras personas más.

En 1928 la lucha por anular el artículo 175 del código penal (de la República de Weimar), que condenaba las relaciones homosexuales, estaba en su punto más álgido. Se pidió a los partidos políticos alemanes que declararan su opinión al respecto. Un año más tarde, Hirschfeld había convencido a un comité parlamentario para que sometiera al Reichstag un proyecto de ley para eliminar el artículo 175. Todos los delegados de los demás partidos políticos alemanes, incluido el partido comunista alemán, votaron a favor de la retirada del artículo 175 en la votación del comité. Por lo que el parlamento estaba virtualmente a punto de reformar el código cuando el hundimiento de la bolsa de Nueva York (Crack de 1929), la crisis financiera mundial que siguió y la anexión de Austria dieron al traste con el nuevo proyecto de ley.

El movimiento homosexual se encontraba en decadencia desde finales de los años '20. No haber alcanzado la eliminación del artículo175 había sido una decepción después de haber conseguido el primer trámite. La eliminación nunca llegó a realizarse: en 1930 Alemania comenzó a igualar su código penal con el de Austria, que exigía el mantenimiento del artículo; las discusiones continuaron hasta la llegada al poder de Hitler.
En 1930 el NSDAP ya había conseguido ser la segunda mayor fuerza en el parlamento y las SA comenzaban a actuar en las calles. El ambiente era tan peligroso que Hirschfeld no volvió en 1932 de uno de sus viajes al extranjero y se dirigió directamente al exilio en Suiza. En 1932 murió Radszuweit, uno de los grandes pilares del movimiento homosexual, y en 1933 murió Richard Linsert, que había sido muchos años secretario y uno de los elementos fundamentales del Comité Científico Humanitario, que se disolvió tras su muerte.
A partir de la llegada de Hitler al poder en Enero de 1933 se precipitaron los acontecimientos. En febrero, el Ministerio del Interior de Prusia ordenó el cierre de todos los locales y revistas que estuviesen relacionadas con los homosexuales. En mayo el "Institut für Sexualwissenschaft" fue cerrado, saqueado y su biblioteca ardió junto a otras obras "contrarias al espíritu alemán" el 10 de mayo de 1933. En junio se disolvieron definitivamente todas y cada una de las asociaciones de homosexuales. Los nazis lo estaban logrando y, como si fuera poco, el "tema" de la homosexualidad y su "cura", formaba parte de sus políticas "sanitarias" de manera más que primordial. Carl Peter Vaernet tendría, luego, mucho que ver en el tema...

Estudiantes de la Deutsche Studentenschaft, organizada por el partido nazi, desfilan en frente del 
"Institut für Sexualwissenschaft" en Berlín el 6 de mayo de 1933. 
Antes de saquear y confiscar los archivos, libros y fotos para quemarlas.


Una mirada sobre Carl Peter Vaernet:
Carl Peter Vaernet nació en Arhus, Dinamarca, el 28 de Abril de 1893, con el nombre de Carl Peder Jensen, en el seno de una rica familia de comerciantes de caballos daneses. En agosto de 1920 se casó con Edith Frida Hamershoj, con quien tuvo tres hijos, el primero de los cuales, Kjeld Vaernet, en noviembre del mismo año. En diciembre del año 1921 cambió extrañamente su apellido Jensen (muy común en Dinamarca) por el de Vaernet. En 1923 Carl Vaernet se graduó en medicina junto con Fritz Clausen, quien casualmente, años más tarde, se convertiría en uno de los jefes del partido nacionalsocialista danés.
Tras licenciarse Vaernet abandonó a su familia y se trasladó a Alemania, donde se casó con Gurli Marie (1902-1955), mujer con la que tuvo otros tres hijos. En esta época se especializó en Endocrinología y conoció a Knud Sand, un defensor absoluto de la castración de los homosexuales en Dinamarca, antes de que el Estado danés lo legalizara en 1930. En 1932 Vaernet inició sus experimentos endocrinológicos utilizando gatos; su colega y rival Sand, a su vez, hizo experimentos paralelos con gallinas, partiendo del presupuesto de que la homosexualidad pudiera ser "curada" con el trasplante de testículos sanos a sujetos "enfermos". Entre 1932 y 1934, Vaernet tras haber trabajado en dos hospitales de Copenhaguen, volvió a Alemania y se dirigió luego a París, Francia, para seguir con sus estudios y especializarse en el tratamiento con ultrasonidos. En 1939, volvió a Dinamarca y retomó los experimentos y estudios con testosterona: en 1941 un periódico danés afirmó que las gallinas utilizadas en los experimentos cantaban "como gallos". En los años inmediatamente anteriores a la Segunda Guerra Mundial la fama de Vaernet llegó a su cima, convirtiéndolo en uno de los médicos más importantes de toda Dinamarca. Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, su popularidad decayó de manera drástica a causa de sus buenas relaciones con el simpatizante nazi Fritz Clausen y con el Reichsbevollmaechtige (plenipotenciario del Reich) Werner Best, que recomendó cálidamente a Vaernet a las autoridades nazis en Dinamarca. El hermano gemelo de Carl, Aage Vaernet entró a formar parte del partido nazi danés (DNSAP).
La mezcla "perfecta" entre la "dudosa ciencia"; la locura por encontrar la "cura" a la homosexualidad y la sectaria y violenta ideología nazi, en una de sus máximas expresiones. Carl Vaernet no era el único, pero sus "trabajos" e "investigaciones" dejaron una profunda y negativa huella imposible de borrar.


Karl Brandt, el horror del Holocausto y Joseph Mengele.


Los criminales "experimentos" en Buchenwald:
En diciembre de 1943, Vaernet fue promovido a SS-Sturmbannführer (mayor de las sanguinarias SS) y fue transferido a Praga, Checoslovaquia, el 26 de febrero de 1944, instalándose junto a su familia en un lujoso palacio que con anterioridad había pertenecido a una familia judía. Entre junio y diciembre de 1944, Vaernet realizó diversas visitas y viajes al campo de concentración de Buchenwald (2) para seleccionar y efectuar sus experimentos con internos homosexuales. Los más cercanos colaboradores de Vaernet en Buchenwald han sido el comandante médico del campo SS-Hauptsturmführer (capitán) Gerhard Schiedlausky (ahorcado en 1947) y el médico Erwin Ding-Schuler (que se suicidó en 1945, tras su captura), que el extenso periodo en el que realizó sus "experimentos" sobre el tifus provocó la muerte de 200 presos. Y no sólo ellos: Joseph Mengele y Karl Brandt también solían reunirse con él para compartir "experiencias".

En un memorándum del 29 de julio de 1944, el nazi Gerhard Schiedlausky informa de una visita realizada por Vaernet al campo de Buchenwald (26 de julio de 1944) durante la cual: "Durante nuestra primera conversación hemos llegado a un acuerdo [con Vaernet] por el cual cinco homosexuales "auténticos" serán retenidos adecuadamente para verificar sus hipótesis. Antes de que la intervención quirúrgica sea realizada, serán examinados los niveles de hormonas en muestras de orina [...] Si los resultados son satisfactorios, serán realizadas las intervenciones quirúrgicas".

Los experimentos (previstos para agosto de 1944) fueron atrasados algunas semanas respecto de los planes originales ya que los aliados descargaron un bombardeo aéreo que afectó gran parte del área circundante del campo. Una primera serie de "experimentos" fue efectuada sin contemplaciones el 13 de septiembre de 1944. La revista "Studenternes efterretningstjeneste" informó de que un total de 30 a 40 internos se vieron sometidos la "investigación": no todos eran homosexuales, también se vieron afectados algunos criminales heterosexuales o bisexuales. Existen indicios de 17 intervenciones que consistieron en el implante bajo la piel de una glándula artificial especial patentada por Vaernet (la I.G. Farben tenía algo que ver en sus intentos y éxito por sintetizar hormonas), con diferencias en la dosis de la testosterona implantada en los diversos presos. Una extensa carta enviada el 30 de octubre de 1944 por Carl Vaernet al comandante del "servicio médico" de las SS Grawitz comentaba:
"[...] Las operaciones en Weimar-Buchenwald han sido efectuadas el 13 de septiembre de 1944 a cinco prisioneros homosexuales. De éstos, dos han sido castrados, uno esterilizado y dos "tratados". A todos les ha sido implantada la "glándula sexual especial" masculina. [...]"
Como dato aterrador extra, se sabe a ciencia cierta que Vaernet también había experimentado implantando testículos de chimpancé a hombres homosexuales. Muchas de esas personas fallecieron de inmediato, otras sufrieron complicaciones irreversibles.
Vaernet prosiguió con sus inhumanos experimentos de manera indiscriminada y con luz verde de parte de los superiores que buscaban desesperadamente esos "progresos" para ofrecerlos en el altar del Führer. Es para destacar que en una carta enviada el 10 de Febrero de 1945 por Vaernet a Heinrich Himmler, no se mencionaba ni una sola palabra acerca de sus teorías hormonales, como así tampoco sobre las operaciones y vejaciones a las que había llegado a someter a tantas víctimas inocentes. Cabe deducir también que tal vez haya sido el propio Carl Vaernet quien se haya dado cuenta del rotundo fracaso y las atrocidades de aquellos letales "experimentos", tras lo cual haya decidido no mencionar nada a Himmler. De todos modos y a pesar del "recato" con su superior, los intentos de Vaernet continuaron sin impedimentos de ninguna especie.


Campo de concentración de Buchenwald. Alemania.



La huída hacia Dinamarca y la salvación:
Vaernet regresó de inmediato a su Dinamarca natal en Marzo de 1945, cuando el final de la guerra se advertía de manera desastrosa (sólo en los campos de batalla) en el horizonte de los alemanes y los nazis. El 5 de Mayo de 1945 los Aliados "liberaron" Dinamarca del yugo nazi y Vaernet fue inemdiatamente detenido en el campo de prisioneros Alsgade Skolen, cerca de la ciudad de Copenhagen, lugar en el cual fue reconocido y "escrachado" por exprisioneros del campo de  Buchenwald, tras lo cual el mayor Hemingway, a cargo del campo, aseguró: "Vaernet será juzgado como un criminal de guerra".
Pero Vaernet tenía otro as en la manga. Durante la permanencia en el campo y mientras los Aliados "se tomaban el tiempo" para juzgarlo por sus crímenes y atrocidades, fue el propio Vaernet quien movió sus fichas de un modo absolutamente magistral (para él): el criminal "especialista" nazi relató ante autoridades danesas y británicas del campo de Alsgade Skolen sus teorías sobre la "cura" de la homosexualidad y sus estudios tendientes a lograr fórmulas que también extendieran la vida interesándolos de manera asombrosa y con derivaciones dignas de una thriller de suspenso. Los primeros en contactarse con el "especialista" Vaernet fueron los representantes de dos compañías farmacéuticas anglo-estadounidenses como "Parke -Davis & Co. Ltd" y "London & Detroit" y finalmente los enviados por el coloso químico de Estados Unidos "DuPont". Todas las compañías se mostraron interesadas en adquirir la patente del "descubrimeinto" de Vaernet, es decir parte de la famosa fórmula de la eterna juventud. Nuevos negocios (que llegan hasta nuestros días) a la vista. Tratamientos de rejuvenecimiento, cremas anti age, inyecciones rejuvenecedoras, tratamientos con hormonas, dietas alimentarias especiales y otros "descubrimientos científicos" como los que había venido realizando, todo, absolutamente todo le interesaba a los popes de las grandes industrias químicas inglesas y norteamericanas (fundamentalmente). La consecuencia lógica fue la siguiente: Carl Peter Vaernet logró salvar su pellejo. Una nueva vida lo esperaba con los brazos abiertos en Argentina, de la mano de Juan Domingo Perón.

Vaernet contratado por Perón en el Ministerio de Salud de Argentina:
En Noviembre de 1945 los Aliados le dieron un salvoconducto a Vaernet para que viaje a Suecia a reponerse y recuperarse tras el "suplicio" de su paso e internación en el campo de prisioneros danés, pero el escurridizo "científico" nazi optó por viajar entra las sombras y la confusión del momento a un remoto paraje en el sur del mundo: la República Argentina. Tampoco le hizo falta esforzarse demasiado ya que los Aliados (sobre todo del lado británico) le hicieron las cosas mucho más sencillas... (Incluso en el momento de su muerte y posterior sepelio).
Durante un relativamente largo lapso de tiempo se le había "perdido" increíblemente el rastro a Vaernet, aunque bien es sabido que tanto los servicios secretos de Dinamarca, de Gran Bretaña y de Estados Unidos conocían todos los detalles sobre su paradero y actividades. El 19 de Noviembre de 1947 el periódico "Berlingske Tidende" (3) dio cuenta de la "nueva vida" de Carl Peter Vaernet publicando la carta de un lector quien aseguraba que el nazi trabajaba en Buenos Aires, Argentina, en el Ministerio de Salud, amparado por el presidente Juan Domingo Perón. Por aquellos años la Argentina era gustosa receptora de nazis llegados por difentes medios y con los más variados apoyos externos e internos. No son pocos quienes sostienen (no sin mucha razón) que "Perón era Odessa" y la presencia de Vaernet en Argentina y su plácida y amparada vida en estas tierras así (también en este caso) lo corroboran. 


 Juan Domingo Perón, Carl Peter Vaernet y Ramón Carrillo.


Carl Vaernet trabajó en la Argentina codo a codo y en perfecta sintonía con el, por entonces, Ministro de Salud del gobierno de Perón: el Dr. Ramón Carrillo.
Ramón Carrillo (Santiago del Estero, 7 de marzo de 1906 - Belem do Pará, 20 de diciembre de 1956) fue un neurocirujano, neurobiólogo y médico sanitarista de Argentina, que se convirtió en Minsitro de Salud argentino por aquel entonces. Integró la tradición científica conocida como "Escuela neurobiológica argentino-germana" y produjo asimismo trabajos de antropología filosófica, dejando esbozada una "Teoría general del hombre".

La protección e impunidad con las que contaba Vaernet no impideiron sin embargo que tomara ciertos recaudos, por lo cual llegado un momento (aproximadamente alrededor del año 1950) decidió cambiar su nombre de pila (Carl) por el castellanizado y mucho menos "sospechoso" Carlos. El nazi adquirió una propiedad en el coqueto barrio de Palermo, en Buenos Aires, la Capital Federal de Argentina, más concretamente en la calle Uriarte 2251, hoy devenida en un hotel familiar. (4)(Ver fotos del autor aquí abajo). 


Fachada de la propiedad de Uriarte 2251 en donde funcionaba el laboratorio de Carl Peter Vaernet. Agosto de 2013.
(Fotografías: Marcelo García / Historias Lado B)


En ese lugar, a mitad de camino entre consultorio y laboratorio clandestino, Vaernet (aún ocultando sus verdaderas actividades con la máscara de la Endocrinología) prosiguió con sus nefastos experimentos tal como lo había venido haciendo en la Alemania nazi. Vaernet siguió adelante (como si nada hubiese sucedido con anterioridad, como si sus miles de víctimas hubiesen sido en realidad un mal sueño y nada más) con sus proyectos relativos a la "cura de la homosexualidad" con las cómplices y co-responsables autoridades argentinas de entonces. No se dispone de datos o casos conocidos de sus víctimas en Argentina, pero las atrocidades de Carl Vaernet lamentablemente se continuaron con la siguiente generación, también radicada en Argentina: El neurocirujano Kjeld Vaernet, hijo de Carl, colaboró en la década de los años '50 con Walter Freeman en una serie de "curas hormonales" para la "mal" de la homosexualidad. Unos 4.000 pacientes fueron "tratados". Luego de eso, Kjeld Vaernet, estudió la posibilidad de lobotomización de los homosexuales, después de todo había tenido un "excelente maestro" de quien aprender, su propio padre.
Lo notable y llamativo sobre la apacible vida de Carl Vaernet en la Argentina es que una vez derrocado Juan Domingo Perón, quien lo había contratado en Argentina, se las arregló (Vaernet) a la perfección para "flotar" en cualquier circunstancia y bajo cualquier signo político de quienes estuvieran a cargo del Poder Ejecutivo argentino. Golpes militares y gobiernos democráticos le dieron amparo, impunidad y protección por igual y así las cosas Carl Peter Vaernet prosiguió con sus "científicas" actividades en Argentina hasta mediados de los años '60. Falleció el 25 de Noviembre de 1965, en Buenos Aires. Por aquel entonces, entre sus íntimos se dijo que había fallecido como consecuencia de una extraña dolencia que le provocó altísima fiebre y de la que en su momento no se han aportado mayores detalles (Finalmente se ha dejado constancia de una trombosis cerebral al momento de su entierro / Investigación del autor extraída de los documentos originales pertenecientes al Cementerio Británico). Pasó a la eternidad en absoluta tranquilidad, sin ser acosado, perseguido o reclamado por la "justicia" de ningún país en el que haya dejado su lamentable tendal de víctimas inocentes. Dinamarca, Gran Bretaña, Estados Unidos y, por supuesto Argentina, sabían a la perfección quién era Carl Peter Vaernet y sabían qué crímenes había cometido de manera sistemática. También sabían cómo y dónde encontrarlo, pero claro, para eso hay que tener voluntad de hacerlo.
Su cuerpo fue inhumado en el más absoluto sigilo en el Cementerio Británico de Buenos Aires, en el barrio de la Chacarita. 
Dicen que aún, hasta hace algunos años, visitaba su tumba una tal Frieda S., mujer de unos posibles 70 años de edad que, sin embargo, aparentaba tener no más de 50. Quienes han podido verla y contactarla (entre ellos el autor e investigador Carlos de Nápoli)(5), no dudan en asegurar (de alguna manera) que esa mujer era una de las pruebas vivientes más contundentes sobre el éxito de la "fórmula de la eterna juventud" que habría llegado a conseguir Vaernet... 
Tal vez llevara flores a la tumba de aquel viejo nazi para agradecerle algo...


Tumba de Carl Peter Vaernet. Cementerio Británico de Buenos Aires. Agosto de 2013.
(Fotografía: Marcelo García / Historias Lado B)


Tras el rastro del "Mengele danés" en Buenos Aires:
Agosto de 2013. Mañana soleada de uno de los días más fríos del año en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. La reja de entrada al Cementerio Británico, abierta de par en par, invitaba a entrar a los pocos transeúntes que llegaban hasta ese rincón del barrio porteño de La Chacarita, en Avenida Elcano 4568. Es un lugar que destila serenidad y sociego desde el mismo momento en que se traspasa el amplio portón de acceso. Recorriendo apenas una veintena de metros por el pasillo central, la callecita N°5 lleva hacia la izquierda por un escueto sendero pedregoso pasando justo por delante de la pequeña capilla. Al cruzar un angosto camino peatonal asfaltado se llega a la manzana "A" y sobre la derecha de la senda se encuentra la parcela N°120 del campo santo. Es la cuarta tumba de esa manzana y se destaca del resto de las otras circundantes (mínimo detalle al margen) debido a la falta de una vereda de cemento que la delimite. Una placa de mármol es el mojón que indica sin lugar a dudas que allí se encuentran sepultados los cuerpos de Carl Peter Vaernet y su amada esposa, Gurli Marie Vaernet.
La placa indica como fecha de fallecimiento de Gurli la del 27 de Septiembre de 1955, mientras que se indica como fecha de muerte del "Mengele danés" la del 25 de Noviembre de 1965. Al leer la lápida queda a las claras que sus hijos, o por lo menos alguno de ellos, se ha encargado de la sepultura en el lugar.
Reza la lápida:
Vores tilbedte hustru og mor
GURLI MARIE VAERNET
F. 17-07-1902  D. 27-9-1955
Vores kaere tilbedte far
CARL PETER VAERNET

F. 28-4-1893  D.25-11-1965

Elskede, som vores Sjaele gennem 28 aars inderlig Kaerlighed smeltede sammen til Een vil vi forblive forenede gennem Evigheden.
Tak og Paa gensyn.

Carl

Texto traducido del danés al castellano:
La esposa y madre adorada
GURLI MARIE VAERNET
F. 17-07-1902  D. 27-9-1955

Nuestro querido y adorado padre
CARL PETER VAERNET

F. 28-4-1893  D.25-11-1965

Me encantó que nuestras almas a través de 28 años de amor ferviente, se fusionaran a Aquel a quien vamos a permanecer unidos por la eternidad.
Gracias y hasta pronto.

Carl

Tumba de Carl Peter Vaernet. Cementerio Británico de Buenos Aires. Agosto de 2013.
(Fotografía: Marcelo García / Historias Lado B)


Desde la parcela 120, el camino de regreso hasta la entrada misma del cementerio demora apenas unos cuantos segundos y tras el anuncio pertinente y las explicaciones del caso en la Administración del lugar se pudo acceder, gracias a la inmensa amabilidad de quienes allí trabajaban, a los libros originales que tenían asentados los datos de la muerte e inhumación de Carl Peter Vaernet en Buenos Aires.
Las hojas amarillentas revelaron unos cuantos datos interesantes de inmediato: Carl Peter Vaernet fue efectivamente anotado en el libro con su nombre "castellanizado", tal vez como pantalla para ocultar un pasado tenebroso e innegable: Carlos Pedro Varnet, así fue anotado.
Sección 11, manzana "A", tumba N°120.
La causa de la muerte se indica como trombosis cerebral y la dirección indicada (que debería corresponder al fallecido) aporta un dato hasta ahora desconocido y revelador: Warnes 2600. Esa dirección era por aquel entonces, y aún sigue siéndolo, el Hospital de Emergencias Psiquiátricas Torcuato de Alvear, en pleno barrio de La Paternal, vecino al de La Chacarita, y no la dirección personal de Vaernet. Evidentemente Vaernet falleció en el mencionado nosocomio. Las características y la especialización del hospital y la causa del deceso de Vaernet indicada en el libro que registra su entierro hacen suponer que muy posiblemente el SS naturalizado argentino y amparado durante el gobierno de Juan Domingo Perón, haya sufrido algún tipo de trastorno mental o alguna dolencia por el estilo.


 Libro con constancia de inhumación de Carl Peter Vaernet. Cementerio Británico de Buenos Aires. Agosto de 2013.
(Fotografías: Marcelo García / Historias Lado B)

 Libro con constancia de inhumación de Carl Peter Vaernet y su nombre asentado como: Carlos Pedro Vaernet.
 Cementerio Británico de Buenos Aires. Agosto de 2013. (Fotografía: Marcelo García / Historias Lado B)


Sus restos descansan en las cercanías de la capilla del cementerio. Su cuerpo comparte parcela con su amada Gurli Marie quien acompañó a Vaernet en su escape desde Europa hacia las benévolas y siempre agradecidas y bien receptivas tierras sudamericanas de Argentina.
No muchos de los visitantes que pasan por el lugar advierten de quién se trata en realidad.
Pero allí está.
Carl Peter Vaernet: danés de nacimiento, experto endocrinólogo, fiel servidor del sanguinario régimen Nacional Socialista, Sturmbannführer (Mayor) de las SS nazis, "científico, médico y especialista" en el campo de concentración de Buchenwald, colaborador directo de Heinrich Himmler, Karl Brandt y Joseph Mengele, asesino de miles de víctimas inocentes. Un Currículum Vitae demasiado pesado y extenso para ser escrito en la lápida de su sepultura, pero Vaernet supo ser todo eso...
Su vida "oculta a la vista de todos" en la República Argentina, al amparo de Perón y con la complicidad de las sucesivas autoridades nacionales de distintos signos e ideologías, su alta reputación entre una minúscula y selecta parte de la alta sociedad argentina de entonces y su alta estima como excelente profesional a pesar de su sangriento palmarés, son una clara muestra del importantísimo y peligroso grado de protección que recibió y del que se vio beneficiado. La protección y el amparo que Carl Peter Vaernet se encargó de negarles sistemáticamente a miles y miles de personas cuyas vidas, simplemente, despreció.


Marcelo D. García
Historias Lado B
Agosto de 2013


Referencias: 
(1): La Studiengesellschaft für Geistesurgeschichte‚ Deutsches Ahnenerbe e.V.1 (traducido del alemán como "Sociedad para la Investigación y Enseñanza sobre la Herencia Ancestral Alemana"), conocida como Ahnenerbe o también SS-Ahnenerbe, fue una entidad científica alemana constituida formalmente en 1935 por dirigentes e ideólogos del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán para realizar y divulgar investigaciones con fines educativos en apoyo de la ideología nazi y en particular, de sus teorías relacionadas con la raza aria en paralelo con sus investigaciones de la raza germana. En 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, la Ahnenerbe fue integrada en la estructura de las SS, organización fundamental del aparato de Estado del Tercer Reich, y dirigida, bajo la presidencia de Heinrich Himmler, por Walther Wüst y Wolfram von Sievers, orientando su actividad hacia expediciones arqueológicas, etnológicas y antropológicas tanto en países sudamericanos como Brasil o países del Himalaya. Al final de la guerra, quedó disuelta y sus actividades investigadas en el marco de los juicios de Núremberg, siendo declarada organización criminal en 1946 junto con las SS. Sievers fue juzgado y condenado a la pena capital como criminal de guerra. Por su naturaleza, la Ahnenerbe y su historia son uno de los temas abordados por las controvertidas teorías sobre el ocultismo nazi.

(2): El campo de Buchenwald fue uno de los más grandes campos de concentración en territorio alemán. Estuvo en funcionamiento desde julio de 1937 hasta abril de 1945 en la colina de Ettersberg, cerca de la ciudad de Weimar, Alemania. En total se estima que estuvieron presas unas 250.000 personas procedentes de todos los países de Europa. El número de víctimas, provocadas por las enfermedades, la mala sanidad, los trabajos forzados, la tortura, experimentos médicos y fusilamientos se estima en unas 56.000, entre ellas 11.000 judíos.
No obstante, como campo de concentración, en Buchenwald no había cámaras de gas, las cuales eran propias de los campos de exterminio.

(3): Berlingske (hasta el 2010 Berlingske Tidende)1 es un diario danés fundado en 1749. Con una circulación de cerca de 103.685 ejemplares de lunes a viernes, junto al Jyllands-Posten y el Politiken es uno de los grandes diarios daneses. 

(4): En Uriarte 2251, barrio de Palermo, Capital Federal, Buenos Aires (Argentina) se encuentra actualmente el inmueble conservando su aspecto de entonces, pero albergando un hotel familiar de nombre "La Toja" (Ver fotografías del autor en este artículo).

(5): Autor de "La fuente de la eterna juventud y otros experimentos nazis" (Carlos de Nápoli - Grupo Editorial Norma - 2009) 

Fuentes de consulta:
- Autoridades y Administración del Cementerio Británico de Buenos Aires.
-"La fuente de la eterna juventud y otros experimentos nazis" (Carlos de Nápoli - Grupo Editorial Norma - 2009) 
-http://es.wikipedia.org/wiki/Carl_Vaernet 
-http://users.cybercity.dk
-David A Hackett (1995). The Buchenwald report. ISBN 0-8133-1777-0.
-Hans Davidsen-Nielsen, Carl Vaernet-Der dänische SS-Arzt im KZ Buchenwald, Edition Regenbogen, Wien 2004, ISBN 3-9500507-2-8
-http://es.wikipedia.org/wiki/Persecución_de_los_homosexuales_en_la_Alemania_nazi
-http://www.olokaustos.org


Este artículo publicado en otros sitios:
http://narracionesenlinea.blogspot.com.ar/p/carl-peter-vaernet-ex-ss-su-trabajo.html?showComment=1450645856437

lunes, 29 de julio de 2013

Operación Exterminio

"Historias Lado B" inicia, con la publicación de este informe, una fructífera y productiva colaboración e intercambio de material con "Astrolabio del Tiempo". Desde ahora los dos sitios compartirán regularmente notas y artículos de interés en común que significarán sin lugar a dudas un importante valor agregado para los dos espacios dedicados a la investigación de la historia. 


“A través de la diseminación de tal terror toda disposición de resistencia entre el pueblo, será eliminada”
Adolf Hitler, diciembre de 1941.

El origen del mal.
Al finalizar la segunda guerra mundial, Europa había quedado desvastada. Las bombas arrasaron ciudades completas, dejando como testigos algunos muros, que alguna vez supieron ser edificios y casas. La miseria y el estupor acompañaron a los sobrevivientes; millones de personas habían muerto y otras tantas estaban desaparecidas pero el horror mas grande fue el descubrimiento de los numerosos campos de exterminio que los nazis habían instalado para lo que ellos llamaron la “solución final”.
Como muertos en vida los sobrevivientes de aquel holocausto caminaban atónitos detrás de las tropas aliadas que habian vencido a los nazis.
El mundo entero no era el mismo de siempre, el escenario político,económico y social daría un giro tan sorprendente y paradójico que las páginas de la historia seguirían horrorizándose muchas décadas más adelante.
La “bestia” no había muerto, por el contrario el mal seguiría haciendo de las suyas y contando con aliados que les facilitarían su accionar.
Las consecuencias de la guerra fueron numerosas, entre los aliados se encontraban las nuevas potencias que manejarían al mundo siguiendo un minucioso plan.
Como cuenta Carlos De Nápoli en su libro Nazis en el Sur; ”Los Estados Unidos en posesión de la bomba atómica y una economía cuya fortaleza no tenia parangón en la historia, buscaban finalizar cuanto antes la contienda en Europa y Oriente para comenzar a comercializar agresivamente su producción en los enormes mercados que ahora tenia a su disposición.
La Unión Soviética de Stalin, que había soportado años de ocupación nazi se debatía por obtener la mayor tajada posible de territorios europeos, por expandir su sistema político y, sobre todas las cosas, por conseguir salidas francas al Atlántico y al Mediterráneo. Con intereses dispares, desde mucho tiempo antes los Aliados eran un grupo de enemigos mortales unidos por un aparente enemigo común: Adolf Hitler.”
Como un ave fénix, los Estados Unidos de América, se levantaba entre tantos muertos y se hacía acreedor del poder económico de otras naciones y los Rusos por su parte no se quedaban atrás.
Se habían convertido en “aliados” por poco tiempo, ya que inmediatamente después de la guerra, se declararon fanáticos enemigos, y dividían al mundo en dos.

Estados Unidos, se puso a la cabeza y se convirtió en el “proveedor “y en el “ordenador”. Su plan se ejecutó rápidamente. En abril del año 1945, a pocos días de haber finalizado la guerra, los países vencedores decidieron en la Conferencia de San Francisco (en la ciudad estadounidense), la creación de un nuevo sistema de seguridad cuya pieza central fue la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Los objetivos de esta organización eran la defensa de los derechos de las personas, el mantenimiento de la paz, la libre determinación de los pueblos y el fomento de cooperación entre los pueblos.
Tres años después la ONU, redactaba la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cuyos postulados básicos eran el respeto por la vida, la libertad y la igualdad de las personas.
El mundo volvía lentamente a su lugar, creyendo que por fin había llegado la paz, pero lejos estaban de pensar que esos postulados iban a convertirse en poco tiempo en una hipócrita farsa.
A Estados Unidos lo que más le interesaba eran sus propios intereses y no dejaría que nada ni nadie les sacara el protagonismo de convertirse en una flamante potencia que había salido fortalecida tras el resultado de la guerra y la Unión Soviética, por su parte, también respondería a sus propios intereses.
La historia y los hechos se encargaron entonces de demostrar que lo que menos les interesaba era la libre determinación de los pueblos, el respeto por la vida, la libertad ni la igualdad de las personas.
Durante los primeros años de la postguerra se habían realizado numerosos acuerdos y pactos. Entre ellos varios países acordaron que entre noviembre de 1945 y octubre de 1946, se realizaría en la ciudad alemana de Nuremberg, un juicio para juzgar y castigar a los jerarcas nazis responsables del genocidio de tantos seres humanos pero no todos los jerarcas nazis fueron enjuiciados.
La lista de los nazis que huyeron y se aseguraron un buen exilio es enorme. El plan para su huida ya estaba pactado mucho tiempo antes de que finalizara la guerra mediante la “ Operación Odessa”.
El precio que debían pagar por la huída, era la colaboración y el pago de cuantiosas sumas de dinero a aquellos que irían a utilizar sus “servicios y conocimientos”.
Como aves de rapiña muchos países de América, se repartieron a los mas célebres cerebros del nazismo alentados en la mayoría de los casos por sus antiguas simpatías y colaboraciones con los nazis.

La colaboración.
La colaboración entre los nazis y los Estados Unidos para distintos “negocios”, operaciones de inteligencia y experimentos aberrantes datan de muchos años antes de que se desatara la segunda guerra mundial y sus conexiones están directamente relacionadas con el momento en que el partido nacionalsocialista alemán se enquistara en el poder.
Como bien lo ilustran Simon Dunstan y Gerrard Williams en su libro “Lobo Gris”, "Entre la plaga de nuevas leyes promulgadas en 1933, por el tercer Reich, estaba la ley para la esterilización obligatoria de las personas que sufrían “defectos mentales congénitos, esquizofrenia, psicosis maníaco-depresiva, epilepsia hereditaria y severos casos de alcoholismo”. Los alemanes no eran los únicos entusiastas de la pseudo ciencia de la eugenesia, que en las décadas de 1920 y 1934, contaba con amplio apoyo en toda Europa y en los Estados Unidos en beneficio de la “higiene racial”. Uno de sus defensores era John D. Rockefeller, el fundador de Standard Oil de Nueva Jersey, y fue su Fundación Rockefeller la que proveyó gran parte de los fondos al Kaiser Wilhelm Institute, la más prestigiosa escuela de Medicina de Alemania, para llevar a cabo estudios en “Antropología,eugenesia y herencia humana,bajo la dirección del psiquiatra suizo y ferviente nazi Ernst Rudin”.
La lista de colaboraciones entre ambos países fue numerosa, este es uno de los tantos ejemplos que puede ilustrar que a los Estados Unidos los unía algo mucho mas oscuro que intereses economicos con los nazis; los unía una vinculación mucho mas poderosa que traspasaba las fronteras y cuyo poder era mucho más fuerte que las decisiones futuras del gobierno estadounidense de colocarse en las tropas aliadas que derrocarían a los alemanes.
Esa posición fue una verdadera pantalla para encubrir los reales intereses del “verdadero poder” que comandaba al país del norte de América.
Cuando finalizó la segunda guerra mundial sin perder tiempo comenzaron a organizarse una nomina de operaciones para contar con la colaboración de aquellos que en teoría habían sido derrotados.
Una de las operaciones de inteligencia que se llevó a cabo para lograr la colaboración de los nazis con el gobierno estadounidense fue la operación Paperclip llamada anteriormente Operación Overcast. Se escogieron a los mejores científicos, médicos, militares e ideólogos nazis para que trabajaran con el gobierno estadounidense.
La nómina de operaciones para el reclutamiento de nazis llevados a cabo por la OSS, el CIC o Counter Intelligence Corps, servicio secreto norteamericano que funcionaba en Alemania y luego por la CIA, que habia sido fundada en 1947, fue numerosa.
La reclusión de nazis que serían utilizados para el asesoramiento y la organización de nuevos servicios de inteligencia fue realizada por el más secreto de los servicios secretos, la Stay-Behind.
Estos servicios fueron creados unos meses antes de la finalización de la segunda guerra mundial, y fueron los encargados de localizar a los agentes nazis dispersos después de la retirada del ejercito alemán.
Uno de los primeros reclutados mediante las redes del Stay-Behin fue el general Reinhald Gehlen, ex jefe del servicio de contrainteligencia en el Frente Oriental; Gehlen, fue considerado uno de los mayores espias durante la guerra fría y con el apoyo de los servicios de inteligencia de los Estados Unidos y de otros paises europeos organizó la “Organización Gehler”.
Aportó sus archivos y su red de contactos, y trabajó en una estrecha relación durante varios años con la CIA reclutando a su vez a antiguos colaboradores.
La lista de empleados nazis a la causa estadounidense fue en aumento. Se le daba asilo y protección a jerarcas nazis que pertenecían a los servicios de inteligencia alemanes, entre ellos la Gestapo (policía alemana) y los Abwher ,el servicio secreto alemán, que había estado desde 1935 hasta 1944 bajos las órdenes del legendario almirante Wilhelm Canaris, el mismo que había reactivado en el año 1927 la organización Ettapendiest y quien conocía perfectamente la Patagonia argentina.
Los norteamericanos, sabían además que los alemanes habían articulado a la perfección la gestión militar con la politica y articulado una estructura militar y otra paramilitar.
Esta estructura les serviría para detectar las gestiones Rusas e impedir y combatir el avance del comunismo avance que se concretaría unas décadas más tarde en Latinoamérica.
Tanto los ex jerarcas nazis como los estadounidenses tenÍan algo en común: “El avance del comunismo era comparable a la proliferación de una peste que podía expandirse y carcomer a una población”. Por lo tanto los estadounidenses se preparaban ante una probable guerra con la Unión Soviética y se apresuraba a contar en sus líneas de inteligencia a expertos espías y torturadores.
Entre los nazis que tuvieron directa relación con los servicios de inteligencia se encontraban Klaus Barbie , quien tendría un protagonismo fundamental unos años más tarde, Martin Borman; a quien los mismos nazis se reportaban a pesar de estar fuera de Alemania; Ante Pavelic,el genocida Croata que había huído por la ruta de las ratas hacia Austria, Erik Pribke y muchos otros que se habían “salvado” no casualmente de los juicios de Nuremberg.

El caso de Klaus Barbie merece una atención particular ya que fue uno de los nazis que tuvo mayor influencia en la creación de los servicios de inteligencia bolivianos y de varios países del Cono Sur.
Barbie fue reclutado por los estadounidenses en la primavera del año 1947. Su función era la de organizar redes de espionaje para los americanos.
Trabajaba bajo un sueldo fijo y con nombres distintos que iba cambiando según la ocasión. En el año 1950, la CIC decidió darle una nueva identidad y enviarlo junto a su esposa y sus dos hijos a un país lejano de America del Sur, se eligió a Bolivia.
Zarparon del puerto de Génova en marzo del año 1951 y tres semanas más tarde llegaban al puerto de Buenos Aires. Se hospedaron en el hotel El Dorado y luego se dirigieron por tren hacia la ciudad de La Paz, en Bolivia.
La participación de Barbie en la organización de los servicios secretos bolivianos fue crucial, a tal punto que para pasar inadvertido se empleo primero como mecánico hasta llegar a ser el primer gerente de Transmarítima Boliviana, la nueva línea de barcos mercantes, pero seguía bajo las ordenes y el control de la CIA. El ex jefe de la gestapo alemana, en Lyon permaneció “protegido” treinta y dos años. En todo ese período participo en la organización de los servicios de contrainsurgencia, nombrado en el año 1964 por el mismo general René Barrientos, quien lo nombró asesor del ejercito Boliviano en la especialidad de contrainsurgencia.
Tras el triunfo de la revolución Cubana pusieron en alerta a Barbie para extremar las medidas de seguridad y fortalecer a los grupos paramilitares que él mismo había armado en Bolivia y que eran llamados “Los novios de la muerte”, estos grupos paramilitares operaron en distintos países latinoamericanos y también se los conocío con el nombre de “Escuadrones de la muerte”.
La guerrilla del Che, fue combatida en suelo boliviano por el mismo ex jefe de la Gestapo asesorando en técnicas de represión, tortura y ejecución. Fué uno de los ideólogos que preparó a los servicios bolivianos para atrapar al Che, hecho que se produjo en 1969.
También asesoró a varios militares argentinos y chilenos en técnicas de contrainsurgencia que serían aplicadas en el Cono Sur a través del Operativo Cóndor.
Barbie no actuaba sólo, tuvo colaboración de otros militares que venían planeando un plan de exterminio que sería ejecutado en el Cono Sur. Entre ellos se encontraban militares argentinos.
Este fragmento extraído de una publicación de Gustavo Salazar Sánchez, quien fuera periodista y viceministro del interior de Bolivia da cuenta de ello:
“Don Klaus”controlaba también a otros grupos de neonazis que aparecieron en Bolivia en esa época.
Los terroristas cumplían las órdenes de su jefe, sin retroceder ante el asesinato a sangre fría. El trabajo político, a campaña de prensa, la infiltración en partidos políticos, en organizaciones obreras o religiosas, las actividades del cuerpo diplomático, todo cuanto tenía que ver con la vida misma de la nación era controlado por maleantes a las ordenes del ex jefe de la Gestapo de Lyon.
Los militares argentinos que participaron en la preparación de cuadros paramilitares en Bolivia no dudaron en ningún momento del éxito de su mision. Los coroneles Carlos Estrada y Julio César Durand, el teniente coronel Jorge P. Lynch,e l asesor especializado Mario Mingolla y otros se dedicaron pacientemente en el golpe de 1980 que llevó a García Meza al poder.
Los argentinos pretendían utilizar a Bolivia como traspatio para sus turbios manejos. Sería, pensaban un buen campo de experimentación para instaurar la política del neofascismo en el continente latinoamericano. Es en ese contexto que brillan los consejeros nazis, x soldados de la Gestapo, criminales que cometieron todo tipo de atrocidades en los países ocupados de Europa.
Alfredo Mignolla, quien trabajó estrechamente ligado a Barbie, aseguró que prestó servicios en Bolivia por cuenta del ejército argentino. También declaró que respondía a las instrucciones de la CIA. Anteriormente se había desempeñado en Guatemala, Honduras y Panamá. Fue entrenado en la Escuela de las Américas para la guerra sucia contra el comunismo. En varias oportunidades, entregó prisioneros al Brasil y a la Argentina.
El excarnicero de Lyon dirigió y ayudó apoyado por los Estados Unidos a la concreción de golpes militares que se fueron sucediendo. Uno de ellos fue el golpe perpetrado por el general Luis García Meza en julio de 1980. Barbie fue expulsado de Bolivia en febrero de 1983, tras largos años de “protección.
Como se ve, la colaboración de antiguos jerarcas nazis fue un hecho innegable de la historia latinoamericana.

La concreción de los planes.
El objetivo principal de los norteamericanos era impedir el avance comunista y proteger sus intereses económicos sobre todo en los países latinoamericanos que les servían para su beneficio propio.
Latinoamérica estaba inmersa en el marco de la guerra fría y el enemigo estaba dentro, por lo tanto era necesario comenzar a ejecutar un plan para impedir el avance del comunismo en esas latitudes. Ayudados entonces por antiguos jerarcas nazis, que también recibían instrucciones; organizaciones de ultraderecha e ideologias anticomunistas. A sólo un año de finalizada la segunda guerra mundial se creó el Instituto del Hemisferio Occidental para la cooperación en seguridad más conocido como la “Escuela de las Américas”; escuela que estuvo hasta el año 1984 en Panamá y luego fue transladada a Fort Benning, en Columbus, Georgia, Estados Unidos.
En esta escuela se entrenaban a militares, a colaboradores y a policías; el objetivo principal era impedir el avance de las ideologías de izquierda, fortalecer la paz y la seguridad, consolidar las democracias representativas, resolver de manera pacífica disputas y solidarizarse con la conducción de acciones militares ante cualquier agresión, pero la realidad distaba de estas consignas.
Las intenciones eran otras: ”Reprimir, combatir y ejecutar a todo enemigo que atentara contra los intereses políticos y económicos de los Estados Unidos y sus países satélites en cualquier parte del mundo y sobre todo en Latinoamérica.
En la escuela se los entrenaba militarmente se los adoctrinaba, se les enseñaban técnicas de contrainsurgencia, operaciones de comando, guerra psicológica, inteligencia militar y tácticas de interrogatorio.
Tras el triunfo de la revolución Cubana, en 1959, se impartieron con mayor severidad las clases ya que la amenaza comunista había pisado el suelo latinoamericano, por lo tanto el enemigo estaba cerca.
Estados Unidos, extremó las medidas de seguridad convirtiendo a la escuela en un centro de entrenamiento para las fuerzas latinoamericanas basando sus objetivos de represión y despolitización en la Doctrina de seguridad nacional.
Los cursos del Instituto del Hemisferio Occidental para la cooperación en seguridad, acrecentaron por lo tanto sus planes de estudio. Se dictaban clases en español para los alumnos latinoamericanos y se les repartían distintos manuales para su estudio.
Estos manuales eran : "Manejo de fuentes de información; Contrainteligencia; Guerra revolucionaria, guerrillas e ideología comunista; Terrorismo y guerrilla urbana, Interrogacion, Combate de inteligencia, Análisis de la inteligencia y un manual de tortura, el famoso Kubark, que consistía en técnicas para la interrogación que incluían la motivación por miedo, el uso del suero de la verdad (usado y experimentado por los nazis en los campos de concentración), la tortura por electrocución, la extorsión, y el secuestro y arresto de miembros de la familia del blanco.”
Todos estos manuales fueron usados en numerosos países y distribuídos por equipos de las fuerzas especiales de entrenamiento al personal militar y a las escuelas de inteligencia en El Salvador, Colombia, Chile, Argentina, Ecuador, Guatemala, Perú y Nicaragua.
La mayor parte de los militares latinoamericanos que perpetraron sucesivos golpes de estado fueron formados en esta escuela.
La lista es numerosa pero algunos de ellos son: General Manuel Noriega; responsable del gobierno militar en Panamá, colaborador de la CIA; el general Hugo Banzer, responsable del golpe militar de Bolivia en el año 1971, Elias Wessin, responsable del golpe militar dominicano llevado a cabo en 1963; el general Héctor Gramajo,e x ministro de Guatemala ; el general Roberto Eduardo Viola, responsable del golpe de estado de 1976, en argentina; Leopoldo Fortunato Galtieri, líder de los últimos años de la Junta militar argentina y responsable de la guerra de las Malvinas; Santiago Martin Rivas, agente de inteligencia que realizó asesinatos durante el gobierno de Alberto Fujimori por encargo de los Estados Unidos; Manuel Contreras, jefe de inteligencia de la DINA, servicio secreto de Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet; Ollanta Humala,ex militar peruano.

El Operativo Cóndor y los antecedentes del terror:
La revolución Cubana puso sobre aviso a los Estados Unidos de que una postura revolucionaria se diseminaría a varios países latinoamericanos. Los servicios de inteligencia ya habían detectado numerosas actividades de organizaciones armadas.
En el cono sur, proliferaban distintos movimientos de izquierda, muchos nacidos en el seno de gobiernos populares y otros en repudio a los golpes militares
Toda oposición, toda manifestacion y toda expresión de duda era sospechosa. Los servicios de inteligencia recibían permanentes alertas de infiltraciones de Cubanos y de Rusos al suelo sudamericano.
Se sabía que la mayoría de los guerrilleros se  entrenaban y recibían instrucción militar por expertos guerrilleros que habían actuado en distintas latitudes del planeta.
Fue necesario entonces organizarse y actuar. Los norteamericanos solventaron, apoyaron y alentaron distintos golpes de estado que no casualmente serían perpetrados por exalumnos de la “Escuela de las Americas “quienes habían recibido una estricta instrucción de como actuar contra lo que consideraban blancos subversivos.
Para aniquilar a toda organización de la izquierda revolucionaria contaban con expertos en exterminio, y espías infiltrados en las lineas de la guerrilla. Pero lo más sorprendente fue que el plan u Operativo Cóndor tuvo también una marcada influencia de los nazis. Los lineamientos generales para su elaboración y posterior ejecución se basaron en un decreto firmado por Adolf Hitler el 7 de diciembre del año 1941. Este decreto fue conocido como “Nacht Und Nebel” en español, “Noche y niebla”,o decreto NN. Hitler daba las directivas para la represión y la eliminación física de oponentes al régimen nazi. Todos los prisioneros eran tomados y deportados secretamente sin ningún rastro ni testimonio que dejara huellas. Eran detenidos y perseguidos durante la noche y se los identificaba con las letras NN. El mismo Hitler se encargaba de afirmar entre sus pares que la toma de estas medidas era necesaria ya que permitía la desaparición de los acusados sin dejar rastros. Ninguna información podía ser difundida con respecto a su paradero o su destino. Muchas de las víctimas procedían no sólo de Alemania sino también de Francia, Bélgica y Holanda.
En el cono Sur este decreto fue aplicado muchas décadas más tardes. El plan de exterminio y sus gestores respondían a los mismos lineamientos: ocultos y oscuros intereses se apoderaban una vez más y ejercían el poder y el control. En América del Sur, el control y la dominación se llamo “Sistema de inteligencia Cóndor” conocido como el “Plan Cóndor”, una red perfectamente organizada y trazada en donde intervenían Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil y Bolivia, países que eran perfectamente conocidos por los nazis, que les habían servido de refugio, de asilo y de protección desde la década del '30 y que no habían sido escogidos por casualidad sino que respondían a un plan mucho mas complejo que traspasaba las fronteras de los países ejecutores. Este operativo, fue planeado y puesto en marcha a partir de la década del '70. Para el año 1974 oficiales de seguridad de todos estos países se reunían en Buenos Aires para preparar acciones coordinadas en contra de los llamados blancos subversivos. Para diciembre de 1975, ya se había puesto en marcha y finalizado el "Operativo Independencia" en la selva Tucumana (el general Antonio Bussi quien regenteaba el operativo independencia era también un exalumno de la Escuela de las Américas).
Este operativo sirvió como antecedente directo del Operativo Cóndor y también había contado con el apoyo de los Estados Unidos para su ejecución. Los aviones que habían sido utilizados llevaban pintados sobre las banderas estadounidenses las escarapelas del ejército argentino.
Los servicios de inteligencia intercambiaban información sobre exiliados, agrupaciones y movimientos revolucionarios mientras armaban los campos de exterminio tal como lo habían hecho los nazis.Comenzó entonces a aplicarse el terrorismo de estado, todo sospechoso de actividades subversivas era secuestrado, llevado a los campos de concentración preparados para ello, se les aplicaban distintos métodos de tortura para sacarles informaciones, delataran a sus jefes y a otros compañeros y luego se los asesinaba “sin dejar rastros” se convertían así en desaparecidos o en “NN”. Eduardo Galeano decía en su libro “Las venas abiertas de América Latina”: "Para operar con eficacia la represión debe parecer arbitraria. Excepto la respiración, toda actividad humana puede constituir un delito. En Uruguay la tortura se aplica como sistema habitual de interrogatorio: cualquiera puede ser víctima, y no sólo los sospechosos y los culpables de actos de oposición. De esta manera se difunde el pánico de la tortura entre todos los ciudadanos, como un gas paralizante que invade cada casa y se mete en el alma de cada ciudadano. En Chile, la cacería dejó un saldo de miles de muertos, pero en Argentina no se fusila:s e secuestra. Las víctimas desaparecen. Los invisibles ejércitos de la noche realizan la tarea. No hay cadáveres, no hay responsables. Asi la matanza, siempre oficiosa, nunca oficial se realiza con mayor impunidad, y así se irradia con mayor potencia la angustia colectiva. Nadie rinde cuentas, nadie brinda explicaciones. Cada crimen es una dolorosa incertidumbre para los seres cercanos a la víctima y también una advertencia para todos los demás. El terrorismo de Estado se propone paralizar a la población por el miedo". Paradójicamente a las palabras volcadas en su libro por Galeano el mismo Adolf Hitler treinta y cuatro años antes, explicaba el objetivo de su decreto: “Una intimidación efectiva y duradera sólo se logra por penas de muerte o por medidas que mantengan a los familiares y a la población en la incertidumbre sobre la suerte del reo y por la misma razón, la entrega del cuerpo para su entierro en su lugar de origen, no es aconsejable, porque el lugar del entierro podrá ser utilizado para manifestaciones”.
Queda más que demostrado entonces que el mal no había muerto, por el contrario la “Operación Exterminio”  había sido llevada a cabo nuevamente con éxito, habían cambiado los personajes, los lugares, las situaciones pero la “orden” había sido nuevamente ejecutada: "A través de la diseminación de tal terror toda disposición de resistencia entre el pueblo, será eliminada”...

Por Andrea Ravalli
Astrolabio del Tiempo
www.astrolabiodeltiempo.com.ar/


Un agradecimiento muy especial a "Astrolabio del Tiempo" dado el intercambio de artículos y la mutua colaboración con "Historias Lado B".

Nota original:
http://www.astrolabiodeltiempo.com.ar/articulo.php?art=122

Bibliografía consultada:

Daniel Jonah Godhagen.”Los verdugos voluntarios de Hitler”,editorial Taurus,1997
Michael Burleigh.”El tercer Reich”,editorial Taurus
Simon Dunstan y Gerrard Williams.”Lobo gris”,la fuga de Hitler a la argentina-1 ed-Buenos Aires:Distal 2012
De Nápolis Carlos.”Nazis en el sur-1 ed-Buenos Aires:grupo editorial Norma,2005
Galeano Eduardo.”Las venas abiertas de América Latina-editorial Siglo veintiuno
Gustavo Sánchez Salazar y Elisabhet Reimann”Barbie,criminal hasta el fin”-editorial Legasa
Uki Goñi.”La auténtica Odessa:La fuga Nazi a la argentina de Perón”-editorial Paidós Ibérica-2002

Artículos:
Paredes Alejandro.”La operación Cóndor y la guerra fría”.Revista Universum nº19.