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miércoles, 6 de mayo de 2015

Las Esvásticas del "Roca"

Frente de la "Escuela Presidente Roca" a principios del siglo XX.


Historia.
Decía Domingo Faustino Sarmiento, en 1849, que "nuestras escuelas deben ser construídas de manera que su espectáculo -obrando diariamente sobre el espíritu de los niños- eduque su gusto, su físico y sus inclinaciones". A raíz de esa línea de pensamiento es que podemos llegar a comprender el concepto que justifica un monumental edificio como el de la "Escuela Presidente Roca" ubicado sobre la calle Libertad 581 de la Ciudad de Buenos Aires, justo frente a la Plaza Lavalle, que si bien no ha sido responsabilidad de una gestión personal de Sarmiento, es -sin dudas- fruto tardío de las ideas del "padre de las aulas argentinas". Su viaje a Europa entre 1846 y 1848 fue determinante para acercarse a la grandilocuencia reclamada, sobre todo tras su paso por la actual Alemania en 1847 en donde supo reconocerse como un entusiasta inocultable de los germanos por muchos diferentes motivos. Para entonces, los movimientos y sociedades -muchas secretas y reservadas- como por ejemplo la Sociedad Thule, recién comenzaban a desandar los caminos que llevarían (como en el caso de Thule) a la conformación de las bases que a principios del siglo XX derivaron en el nacimiento del Partido Nazi, del cual la sociedad Thule fue sostenedora inicial.
Entre tanto, el del "Roca" es un edificio imponente y monumental, clásico en el verdadero sentido de la palabra, típico de las construcciones en las que Sarmiento se inspiró durante su viaje y que trató de replicar en estas tierras, una construcción a la que no pocos confunden con un templo y que -sin embargo- es, simplemente, una escuela pública. El "Roca" fue fundado en el año 1903, siendo uno de los mejores exponentes del magnífico trabajo del arquitecto italiano Carlos Morra, quien plasmó en su gran obra lo mejor y más representativo del estilo neogriego, algo que también se conoció por entonces como las "escuelas palacio" diseñadas durante la Generación del '80 y símbolo de la educación popular laica de entonces, sobre todo desde 1884.

Su fachada se ve dominada por unas imponentes columnas de granito gris y está coronada por una serie de estatuas magníficamente realizadas por el escultor Giovanni Arduino. El estilo, las dimensiones, los recargados elementos y las figuras utilizadas para darle formas, no eran -pese a que algunos pudieran llegar a pensarlo- una desmedida demostración de vanidad o lujo innecesario, sino que sus objetivos eran los de "demostrarle" al niño que estaba en un edificio de importancia precisamente porque su educación era importante. En los terrenos que ocupa, supieron levantarse las instalaciones del Regimiento 1de Infantería y un cuartel de bomberos de la ciudad además de haber sido un solar en el que se asentó un viejo circo de principios de siglo XX. El frente también cuenta con seis pilastras de fuste liso y capitel simple sobre lo que se sostiene un frontis triangular con un bajorrelieve en el que se puede leer el nombre de la Escuela, rematando todo en un mástil. Así mismo,sobre la puerta principal se puede visualizar una cornisa sobre la que se lee -en latín- que reza "LIBER LIBERAT" (El libro libera).

Frente de la Escuela Presidente Roca, Buenos Aires. Mayo 2015.

Esvásticas.
Sin embargo,entre tanta belleza y majestuosidad, hay un detalle que no deja de llamar la atención, el cual -dicho sea de paso- se repite en otros edificios emblemáticos de la ciudad como por ejemplo el de la Estación terminal del Ferrocarril de Retiro. No tan evidente ni advertido por los distraídos transeúntes que pasan por el lugar, el frontis de la escuela tiene un sinfín de cruces esvásticas en un friso horizontal que "abaraza" -casi con disimulo- al bello edificio.
En el caso de la Estación de Retiro (que hemos visto en Historias Lado B) los trabajos corrieron por cuenta de los arquitectos Eustace L. Conder, Roger Conder y Sydney G. Follet, junto al ingeniero Reginald Reynolds, todos británicos establecidos en el país, los cuales no mantenían aparentemente ninguna relación con Carlos Morra, el brillante hacedor del "Roca", un noble italiano nacido en 1854 que era arquitecto y ostentaba el título de Marqués de Monterochetta. Arribó a la Argentina en 1881 y entre las obras de su autoría que aun se conservan pueden mencionarse varias escuelas (la Escuela Normal Sarmiento, la OnésimoLeguisamón y Escuela Nº 2 José María Gutiérrez entre otras); el Tiro Federal Argentino en Palermo; el Palace Hotel en la esquina de Perón y 25 de Mayo;  el edificio de la Lotería Nacional de la calle México al 500, lugar en donde durante mucho tiempo funcionó la vieja Biblioteca Nacional.  Morra, así mismo, llegó a ser presidente de la Sociedad Central de Arquitectos e hizo construir la excepcional tumba en el Cementerio de la Recoleta en la que se ve el escudo familiar cuando su hija, que él llamaba cariñosamente  “Baby”, falleció en París a los 21  años.

 Frisos con cruces esvásticas en el edificio de la Escuela Presidente Roca.


¿Qué extraña relación habrá existido, qué invisible hilo conductor habrá unido al viaje de Sarmiento a Alemania, al inicio de las actividades de sociedades como Thule, el nacimiento posterior del Nazismo y los disimulados "homenajes" a la cruz esvástica plasmados en un edificio emblemático que el prócer pretendía sirviera de inspiración para la educación de los niños argentinos?
La respuesta se ha ido -definitivamente- a la tumba de varios de los protagonistas de esta historia.


Marcelo D. García
Historias Lado B

jueves, 12 de marzo de 2015

La llave con la Cruz Esvástica que abrió las puertas de la terminal de Retiro en 1915

La llave de oro con la cual el Presidente de la República Argentina -Victorino de la Plaza- abrió las nuevas puertas de la estación Retiro durante la inauguración en 1915, remataba en una Cruz Esvática. Los frisos aplicados en las paredes del hall central de la estación también exhiben la misma simbología. 
¿Recuerdos de una cultura milenaria o un primer anticipo de un incipiente Nazismo en la Argentina?

Llave de la inauguración de la Estación terminal de Retiro, Buenos Aires, 1915.


En 1908 los arquitectos Eustace L. Conder, Roger Conder y Sydney G. Follet, junto al ingeniero Reginald Reynolds, todos británicos establecidos en el país, presentaron un proyecto para darle al Ferrocarril Central Argentino  una nueva estación terminal tras el incendio -producido en 1897- de la antigua Estación Central. (1) La construcción de la misma comenzó en junio de 1909 en el solar emplazado en la Avenida Ramos Mejía 1358, quedeando terminada durante 1914 y siendo inaugurada el 2 de agosto de 1915 por el presidente argentino Victorino de la Plaza.
En ese entonces, fue una de las estaciones terminales más grandes del mundo. Para la Comisión Nacional de Museos y Monumentos y Lugares Históricos se trató de "un claro símbolo de la idea de progreso que sustentaba la generación del '80" y "la culminación del proyecto de tendido de los ferrocarriles, iniciado a mediados del siglo XIX, y cuya red, abierta entre las provincias y el puerto de Buenos Aires, permitió la distribución tanto de los inmigrantes cuanto de los productos agrícolo-ganaderos".(2)

Arriba: construcción de la estación terminal en 1914. Abajo: el edificio en 1915.


El diseño se regía por lo establecido y predominante en la Europa de finales del siglo XIX, dividiéndose el edificio en dos grandes sectores. Para la construcción del gran vestíbulo, las confiterías y el sector de boleterías se siguió, por otro lado, un criterio estético con terminaciones marcadamente influidas por el academicismo francés. Los interiores, con más de 20.000 m² de cielorraso, fueron revestidos con mayólicas provistas por la británica Royal Doulton e iluminados con antorchas de estilo florentino. En el sector de andenes, con su estructura de hierro y vidrio característica de la Segunda Revolución Industrial, primaron en cambio claros criterios funcionalistas. Se levantaron ocho plataformas conectadas por túneles transversales con montacargas, cubiertas por dos grandes naves paralelas de 250 metros de largo y 50 metros de luz libre cada una. Cada una de las naves, con una altura máxima de 25,15 metros, está sostenida por una bóveda metálica de cañón corrido soportada por arcos de hierro colocados cada diez metros. El conjunto de las piezas, que fueron fabricadas en Liverpool por la firma Francis P. Morton & Co., tiene un peso cercano a las 8.000 toneladas.
En el momento de la inauguración se llegó a afirmar que los paragolpes hidráulicos que se encuentran al final de los rieles, eran -para entonces- los más poderosos del mundo, capaces de soportar el embate de un tren de 750 toneladas a una velocidad de 16 km/h.(3)


Hall central de la Estación de Retiro con un detalle de los frisos conEsvásticas.

Los frisos con Esvásticas -que en la actualidad pueden verse- en el hall central de la Estación de Retiro, Buenos Aires.


¿Por qué la Cruz Esvástica en la llave y los frisos?
Un detalle no deja -aún en la actualidad- de consitar particular atención no sólo sobre determinados sectores de la construcción de la magnífica estación, sino también en su llave inaugural: la presencia de la Cruz Esvástica. ¿Cómo explicarlo, si es que se puede?
Si bien su uso y orígenes se remontan a siglos de antigüedad, a principios de siglo XX (y particularmente en 1915), los primeros que comenzaron a utilizar -con nuevo y muy diferente significado al antiguamente dado por civilizaciones de oriente- la Cruz Esvástica fueron los integrantes de la Sociedad Thule.
La Sociedad Thule (en alemán: Thule-Gesellschaft), originalmente Grupo de Estudio de la Antigüedad Alemana (Studiengruppe für germanisches Altertum) fue un grupo ocultista, racista y völkisch de Múnich creado por Rudolf von Sebottendorff, notable principalmente por ser la organización que patrocinó al Partido Obrero Alemán (DAP), más tarde transformado por Adolf Hitler en el Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores (NSDAP).
La Sociedad Thule atrajo a unos 250 seguidores en Múnich y unos 1500 en toda Baviera. Sus encuentros se celebraban a menudo en el por entonces lujoso hotel muniqués Vier Jahreszeiten (Las Cuatro Estaciones). Los seguidores de la Sociedad Thule, como admitió el propio von Sebottendorff, estaban poco interesados en sus teorías ocultistas, y mucho en combatir a judíos (a quienes consideraban una raza inferior) y comunistas; Uno de sus miembros, Anton Graf von Arco auf Valley asesinó al primer ministro socialista Kurt Eisner.(5)(6)
Tras el establecimiento de la República Soviética de Baviera, fueron acusados de intentar infiltrarse en su gobierno y de haber intentado un golpe de Estado el 30 de abril de 1919. Durante este intento, el gobierno comunista apresó a varios miembros de la Sociedad Thule y posteriormente los ejecutó.

El semanario Münchener Beobachter.
La Sociedad Thule compró un semanario local, el Münchener Beobachter (‘Observador de Múnich’), y cambió su nombre a Münchener Beobachter und Sportblatt (aproximadamente ‘Observador de Múnich e Información Deportiva’) en un intento por mejorar su circulación. El Münchener Beobachter se convertiría más adelante en el Völkischer Beobachter (‘Observador del pueblo’), el principal periódico nazi, editado por Karl Harrer.

Afiches de la Sociedad Thule.


Deutsche Arbeiterpartei.
En 1919, el miembro de la Sociedad Thule Anton Drexler, que había establecido vínculos entre la Sociedad y varias organizaciones extremistas de derechas de Múnich, fundó junto con Karl Harrer el Deutsche Arbeiterpartei (DAP) o ‘Partido Alemán de los Trabajadores’. Adolf Hitler se unió a este partido en 1919. El 1 de abril de 1920, el DAP fue refundado como Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei (NSDAP) o ‘Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores’ (conocido generalmente como el «Partido Nazi»). Para entonces Von Sebottendorff había abandonado la Sociedad Thule y nunca se hizo miembro del DAP o del Partido Nazi. Muchos otros miembros de la Sociedad Thule o del DAP fueron más adelante personajes prominentes de la Alemania nazi, incluyendo a Dietrich Eckart, Gottfried Feder, Hans Frank, Karl Harrer, Rudolf Hess, Alfred Rosenberg y Julius Streicher. A Dietrich Eckart, que había entrenado las habilidades de Hitler para el discurso público, le dedicó éste su libro Mi lucha. Aunque se ha afirmado comúnmente que Adolf Hitler era un miembro,4 no hay evidencia alguna de ello; por el contrario, sí la hay de que nunca asistió a una reunión, como lo atestigua el diario de Johannes Hering de las reuniones de la Sociedad.(7) Otros miembros fueron Karl Fiehler, Wilhelm Frick, Michel Frank, Heinrich Jost, Wolfgang Pongratz, Wilhelm Laforce, Johann Ott, Hans Riemann, Max Seselmann y Hans-Arnold Stadler. Dos aristócratas bien conocidos del grupo fueron la condesa Hella von Westarp, que actuaba de secretaria de Rudolf von Sebottendorff, y el príncipe Gustav von Thurn und Taxis (ver :Casa de Thurn y Taxis), detenidos y ejecutados por el gobierno de la República Soviética de Baviera en 1919.(8)

Disolución de la Sociedad Thule.
Después de que Hitler llegara al poder en Alemania, la Sociedad Thule fue una de las muchas organizaciones disueltas por órdenes del Führer. Cuando Von Sebottendorff volvió a Alemania y publicó un libro sobre la Sociedad Thule, Bevor Hitler Kam, fue arrestado y el libro prohibido. No obstante, se ha argumentado que algunos miembros de Thule y sus ideas fueron incorporadas al Tercer Reich.(9) Algunas de las enseñanzas de la Sociedad Thule fueron recogidas en los libros de Alfred Rosenberg. Muchas de las ideas ocultas también encontraron el favor de Heinrich Himmler, quien como Hitler tenía un gran interés por el ocultismo.

De niño Adolf Hitler asistió al coro del Monasterio de Lambach bajo la influencia de la Sociedad Thule. 
En el detalle: la esvástica dentro del monasterio.
Adolf Hitler (arriba, al centro) de niño en el coro del Monasterio de Lambach.


¿Esvástica milenaria o Esvástica nazi?
El misterio de la Esvástica...un símbolo que ha venido apareciendo repetidamente en la iconografía, el arte y el diseño producidos a lo largo de toda la historia de la humanidad, ha representado conceptos muy diversos para distintas civilizaciones. Entre estos se encuentraban inicialmente y hace siglos, la suerte, el Brahman, el concepto hindú de samsara (reencarnación) o a Suria (dios del Sol), por citar solamente los más representativos. En principio la esvástica fue usada como símbolo entre los hindúes. Se menciona por primera vez en los Vedas (las escrituras sagradas del hinduismo más primitivo), pero su uso se traslada a otras religiones de la India, como el budismo y el yainismo. Luego, la llegada del Nazismo al poder en Alemania con Adolf Hitler a la cabeza, invertiría el sentido de la Esvástica, dándole una lectura y un significado, completamente diferentes a los conocidos ancestralmente. La Esvástica había pasado a ser -definitivamente- la representación de otra cosa.
Entre tanto, no es posible establecer hoy en día  un contacto directo o una serie de relaciones entre los integrantes de la Sociedad Thule y los encargados de dar formas finales a la bellísima Estación terminal de Retiro en Buenos Aires. ¿A qué versión de la Cruz Esvástica y a qué sociedad habrán pretendido homenajear y representar Eustace L. Conder, Roger Conder, Sydney G. Follet y Reginald Reynolds? 
La posible respuesta se ha ido con ellos a la tumba.




Referencias
1. Estación Terminal Retiro - Ex-F.C.Mitre, Dirección General de Patrimonio, Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
2. Estación Terminal Retiro del Ferrocarril Mitre, Comisión Nacional de Museos y Monumentos y Lugares Históricos. Consultado el 18/11/2007
3. Diego M. Zigiotto (2008). Las mil y una curiosidades de Buenos Aires, (pág 258). Grupo Norma. ISBN 978-987-545-483-5.
4. Remodelación de la estación Retiro", en revista El constructor, núm. 4.632, 10 de septiembre de 2001
5.  Friedrich Hitzer: Anton Graf Arco. Das Attentat auf Kurt Eisner und die Schüsse im Landtag. Knesebeck & Schulter, München 1988, ISBN 3-926901-01-2.
6. Rodrigo, Javier. Políticas de la violencia. Europa, siglo XX, vol. 107 de Ciencias Sociales. Prensas de la Universidad de Zaragoza, 8416272379, 9788416272372 p. 458
7. Johannes Hering, Beiträge zur Geschichte der Thule-Gesellschaft, transcripción con fecha del 21 de junio de 1939, Bundesarchiv Koblenz, NS26/865. Citado en Goodrick-Clarke, Las raíces ocultas del Nazismo, 1992, p. 201.
8.  Herradón Ameal, Óscar . La orden negra: El ejército pagano del III Reich. Crónicas de la historia. Editorial EDAF, 2011. ISBN 8441428212, 9788441428218
(9). Jean Michel Angeburt. The Occult and the Third Reich, Macmillan Publishing Co., Inc. 1974, p. 9.

http://es.wikipedia.org/wiki/Sociedad_Thule 
Foto principal, llave de apertura de la Estación de Retiro:  Archivo General de la Nación. Documento fotográfico. Inventario 20316.