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domingo, 25 de agosto de 2013

Prinz Albrecht strasse 28, Berlín: La Gestapo y los Sionistas trabajando juntos en el mismo edificio

Judíos fuera de Alemania y dos aparentes antagonistas con un mismo objetivo. La temible Gestapo y los no menos temibles Sionistas unidos por la idea fija de lograr la emigración judía hacia la Palestina bajo dominio británico. Lo que inició el Acuerdo de Haavara, se materializó en el trabajo de "los dos bandos contrarios" bajo el mismo techo y en perfecta armonía: Prinz Albrecht strasse 28, Berlín.

Por Marcelo D. García para Historias Lado B




Prinz Albrecht strasse 28, Berlín, Alemania. La sede de la GESTAPO y los Sionistas.


El agua y el aceite se mezclan.
A partir de1933 (y hasta 1945) el aparato de persecución y terror del régimen nacionalsocialista se instaló formalmente en el Nº 8 de la calle Prinz Albercht Strasse, en Berlín, Alemania. La Policía Secreta del Estado (Gestapo) comenzó a organizar sus "trabajos" en ese lugar y a partir del año 1939 el edificio fue además la residencia de la recién fundada Oficina Central de Seguridad del Reich (“Reichssicherheitshauptamt” o RSHA) bajo las imperturbables órdenes del letal Reinhard Heidrich. El edificio lindero, es decir, el Hotel Prinz Albrecht, fue la sede de la Jefatura de la SS (“Reichsführung SS”). El Servicio de Seguridad (“SD”) de la SS se instaló en el palacio Prinz Albrecht en la calle Wilhelmstrasse nº 102. Toda esa zona es conocida hoy en día como la "Topografía del Terror", pero los equipos de la muerte, el exterminio y la brutalidad de la Alemania nazi no estaban solos. Para sorpresa de muchos, aún en los días que vivimos, todo el aparato represor nazi contaba con unos "inesperados inquilinos" de varias de sus oficinas...

En ese complejo de edificios estaba centralizado todo el poder y la planificación de la maquinaria represiva nazi. Allí se delineaban las políticas a seguir, sobre todo en materia de persecución a opositores pero también sobre la captura, deportación y exterminio de los judíos de la Alemania del Tercer Reich y las zonas ocupadas. Desde mucho antes de la llegada al poder de los nazis, cosa que concretamente sucedió el 20 de enero de 1933, ya se estaba al corriente de la ideología antisemita y totalitaria del intolerante partido encabezado por Adolf Hitler. No fue novedad para nadie y tampoco a nadie tomó por sorpresa el ascenso y la consolidación de la barbarie nazi y sus "políticas" racistas, fundamentalmente enfocadas a la población judía. Los nazis tenían una idea fija en su putrefacta mentalidad: la salida de los judíos de "su" Alemania y la deportación hacia el Este. Las directivas de la superioridad nazi no dejaban lugar a dudas: los judíos no eran alemanes. No se podía ser judío y alemán al mismo tiempo. Y en ese afiebrado pensamiento tampoco estaban solos. Si los alemanes sostenían que los judíos no compartían "su" nacionalidad y su "pureza", la cúpula sionista creía algo similar: los judíos deberían emigrar a Palestina y formar el Estado de Israel. Los que no lo hicieran eran, sin más vueltas, traidores al pueblo judío. Moraleja: Nazis y Sionistas pensaban lo mismo.


 Nazis y Sionistas. Deportación de población judía.


El Sionismo.
El sionismo sostenía que los judíos eran primordialmente un grupo nacional (como los polacos o los alemanes) y no un grupo religioso (como los musulmanes o los católicos) y que, como tal, tenía derecho a crear su propio Estado en su territorio histórico. La formulación clásica de la idea es la que hizo Theodor Herzl en su opúsculo "Der Judenstaat" (El Estado Judío, publicado en Berlín y Viena en 1896), que tiene como precedentes doctrinales la obra de Moses Hess "Roma y Jerusalén" (1860) y la del médico judío ruso Leo Pinsker "Autoemancipación" (1882), que contiene ya la consigna «Ayudaos, que Dios os ayudará». El sionismo se puso como objetivo primario la creación de un Estado judío moderno, considerando que con ello devolvía al pueblo judío su estatus de nación y pondría fin a dos milenios de vida en el exilio. Ante las grandes dificultades a las que se enfrentaron los judíos para establecerse en la antigua Tierra de Israel, se barajaron algunas alternativas temporales, sin intención de establecer un Estado nacional, solo como refugio ante la ola de pogromos y persecuciones en la Rusia zarista, como la Argentina — en la que se crearon numerosas colonias de inmigrantes judíos europeos—, y aun en una porción del África Oriental Británica (el conocido como "proyecto Uganda", en la actual Kenia), ofrecida por el gobierno de Londres; éstas fueron estudiadas (el propio Herzl estudia en su obra las ventajas comparativas de Argentina y Palestina) y finalmente rechazadas por la dirigencia sionista, y se prefirió el establecimiento del futuro Estado en Palestina, una región en manos del Imperio Turco y que no se correspondía a ninguna división administrativa, por lo que sus límites no estaban establecidos. En paralelo a estas ideas, se fueron produciendo sucesivas oleadas migratorias (llamadas Aliyá) de muchos jóvenes obreros y estudiantes, que escapaban en su mayoría del antisemita ambiente ruso y dispuestos a levantar la antigua patria judía basándose en dos ejes: el trabajo agrícola y la resurrección de la lengua hebrea, que dejó de hablarse alrededor del siglo I a. C., aunque siguió utilizándose en la literatura y, sobre todo, en la liturgia y con propósitos académicos.

La inmigración judía a Eretz Israel se inició en 1882. La denominada Primera Aliyá vio la llegada de alrededor de 35.000 judíos en el término de unos veinte años. La mayoría de los inmigrantes procedían de Rusia, donde el antisemitismo era muy marcado y violento. Ellos fundaron una serie de asentamientos agrícolas con el apoyo financiero de filántropos judíos de la Europa occidental. La Segunda Aliyá comenzó en 1904. Otras, cada vez con más inmigrantes, se sucedieron entre las dos guerras mundiales, impulsadas en la década de 1930 por la persecución nazi.
La Declaración Balfour de 1917 apoyó la creación de una Patria Judía en el Mandato Británico de Palestina...


El "Jüdische Rundschau" (publicación de la Federación Sionista de Alemania) se vende en las calles de Berlín en 1934.


Nazis y Sionistas con los mismos objetivos.
Reinhard Tristan Eugen Heydrich, era el segundo jefe de las temibles SS dependiendo directamente de Heinrich Himmler. Heydrich fue nombrado a partir de 1939 como jefe de la Oficina Central de Seguridad del Reich (RSHA). Entre Himmler y él lograron delinear los trazos iniciales y darle forma luego muy concreta a la tristemente célebre "Solución Final" al (mal llamado) problema judío. La "dedicación" de Himmler y Heydrich al "problema judío" se vio coronada por la famosa Conferencia de Wannsee llevada a cabo en 20 de enero de 1942 en una mansión ubicada a orillas del lago del mismo nombre en las cercanías de Berlín. Allí se determinó el comienzo efectivo de la aterradora "Solución Final" y Heydrich, en eso, había tenido mucho que ver. El anterior intento de "sacarse de encima" a los judíos, conocido como el "Plan Madagascar" (1), con conocimiento y aprobación (se reitera: aprobación) de parte de la cúpula sionista, no había prosperado.
El odio racial y de todo tipo hacia los judíos no impidió, sin embargo, que Heidrich coincidiera en algo con la cúpula sionista en Alemania, quienes se arrogaban la representación de "todos" los judíos y que... estaban más que dispuestos a sentarse a negociar con el régimen nazi con el objetivo de lograr en primer lugar la salida de los judíos de Alemania y el Reich y en segundo lugar el establecimiento (dada esa tan particular "emigración") del Estado de Israel.
Lo imposible se hacía realidad, Nazis y Sionistas de acuerdo. Gracias a eso la firma del "Acuerdo de Haavara" (2) fue simplemente un trámite más.


Reinhard Heydrich.


Contra los británicos.
Reinhard Heydrich pensaba que si los nazis buscaban la salida de los judíos del III Reich y los Sionistas pretendían lo mismo, el plan no podía haber resultado mejor. Y entonces surgió la pregunta al dilema del millón: Si los nazis y los sionistas estaban de acuerdo ¿a quién "perjudicaba" que los judíos "emigren" a Palestina? La respuesta era una y sólo una: a los británicos.
Palestina estaba por aquel entonces bajo los designios de la corona británica y lejos, muy lejos, estaban los británicos de aceptar la llegada de los judíos a "su territorio". El tema no encontró obstáculos para nazis y sionistas, quienes más allá de la puesta en marcha del "Acuerdo de Haavara" desde tiempo antes, a partir de entonces decidieron ponerse a trabajar juntos y en perfecta armonía bajo el mismo techo. El lugar elegido por unos y por otros fue el N° 8 de la calle Prinz Albercht Strasse, en Berlín, Alemania, el cuartel general de la Gestapo, devenido en consecuencia cuartel general del Sionismo en la Alemania nazi.

Los Sionistas fueron funcionales a los planes de los nazis en lo que a deportación de judíos se refiere. La cúpula judía era de gran utilidad para los planes de Heydrich y así las cosas el nazi de la RSHA ofreció toda su protección a los sionistas y propuso que el trabajo de "los dos bandos" (antagónicos en apariencia, pero socios en la realidad) se llevara a cabo en absoluta tranquilidad y armonía en las oficinas de un mismo edificio. Con ésto, además, Heydrich lograba que el MI5 británico jamás llegara a pensar en esa "mala yunta" y nunca sospechara que nazis y sionistas (autoproclamados representantes morales de todos los judíos) en realidad trabajaban codo a codo sin siquiera molestarse en aquel tan particular edificio. Todas y cada una de las acciones de seguimiento y espinaje que pudieran llegar a llevar adelante los británicos se vieron absolutamente desbaratadas con esa movida "magistral" del tándem nazi-sionista. El plan compartido de "traslado" de judíos hacia Palestina nunca llegó a salir a la luz durante los años de la Segunda Guerra Mundial y los sionistas, además de hacer un cómplice y criminal silencio ante la realidad del Holocausto por entonces, supieron sacar provecho para hacer una cosa y decir otra. Después de todo los "enemigos" no lo eran tanto y tanto ha sido así que pudieron trabajar desde 1933 hasta 1945 en oficinas contíguas, del mismo edificio, como buenos compañeros "de trabajo" que eran sin siquiera molestarse...


Interior del edificio en Prinz Albrecht strasse 28, Berlín.

 

Referencias:
(1): El plan Madagascar fue un proyecto ideado por algunos de los líderes de la Alemania Nazi para deportar a los judíos europeos a la isla de Madagascar. Aunque se ignora si en algún momento se pensó realmente en hacerlo efectivo, se constituyeron comisiones para estudiar el plan, y durante varios años estuvo al frente de las políticas raciales del régimen de Adolf Hitler, hasta que finalmente se decidió optar por las recomendaciones del Informe Korherr del 27 marzo de 1943, que conforme a lo que se había dicho en Wannsee, los judíos europeos deberían ser "empujados" (o reprimidos) hacia el Este.
Posición de la isla de Madagascar, por entonces posesión colonial francesa en la costa sudeste del continente africano. La organización de las SS comenzó a trabajar en este plan en junio de 1940; Franz Rademacher estuvo a cargo del mismo, y formuló sus conclusiones en La Cuestión Judía en el Tratado de Paz, editado al mes siguiente. Sus ideas se basaban en que no sólo el régimen alemán, sino todos los países europeos estarían dispuestos a deportar a sus ciudadanos judíos; la isla de Madagascar, entonces colonia de Francia, sería cedida a Alemania como mandataria que se encargaría de la organización de las deportaciones y del posterior gobierno de la isla. El plan preveía la cesión de la soberanía sobre Madagascar a los alemanes, y la reubicación y compensación de los 25.000 ciudadanos franceses a la sazón residentes en ella. Los judíos residentes en los países de la órbita nazi serían trasladados forzosamente allí, y los gastos de transporte y asentamiento serían cubiertos con la expropiación de los bienes que poseyeran en sus países de origen; en la isla se dedicarían exclusivamente a la agricultura. La colonia estaría autogobernada por los residentes, pero supervisada por un gobierno militar alemán, y los emigrantes serían despojados de sus nacionalidades anteriores. La detallada planificación estuvo dirigida por Adolf Eichmann. Al invadir el ejército alemán en 1941 la Unión Soviética, la implementación del plan Madagascar fue suspendida, comenzándose a trabajar en la organización de la deportación de los judíos europeos a los territorios conquistados en el este de Europa, trabajo que culminó al celebrarse la conferencia de Wannsee. El único intento de poner en marcha el plan Madagascar puede haber sido, aunque no existe certeza alguna, la deportación realizada en octubre de 1940 de alrededor de 6.500 judíos alemanes al campo de Gurs situado en Francia y administrado por el régimen de Vichy. 


(2): http://historiasladob.blogspot.com.ar/2013/07/el-acuerdo-de-haavara-nazis-y-sionistas.html

Fuentes de consulta:
- Wikipedia
- Conspiracion.org
- HistoriasLadoB.blogspot.com