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jueves, 24 de marzo de 2016

martes, 2 de julio de 2013

1° de Julio: Se cumplen cinco años de la salida de Nelson Mandela de la lista terrorista de Estados Unidos

 ¿Cómo arreglamos ésto Barack?. Ni puta idea George. En medio: Mandela.


Nelson Mandela atraviesa, al momento de escribir este artículo, los que deben ser sus últimos instantes de vida. El líder sudafricano, emblema de la lucha contra el feroz sistema racista del Apartheid en Sudáfrica, recibe desde hace mucho tiempo todo tipo de honores y es acompañado por miles y miles de seguidores que rezan por su recuperación o, en el peor de los casos, el descanso de su alma cuando le llegue la hora. No han sido pocos los que se han acercado hasta el hospital en que se encuentra internado Mandela a rezar, a dejar sus ofrendas o simplemente a acompañar con su silencio y respeto sincero. Y hubo de todo. También estuvieron aquellos eternos oportunistas que se "amigan" justo en estos momentos, los de la cercanía de una muerte anunciada.
Entre esos oportunistas estuvo Barack Obama, el mismísimo presidente de los Estados Unidos de América, quien en reciente visita oficial intentó acercarse hasta el lecho de muerte de Mandela para rendirle un falso tributo y decirle al líder sudafricano (también falazmente) que "él es su líder y héroe personal". Obama, ni siquiera con el alto cargo que ostenta (prácticamente presidente del mundo...) pudo ver a "su héroe" convaleciente. La familia de Mandela no se lo ha permitido (por fin alguien no le permite algo a un presidente de Estados Unidos). Obama pegó la vuelta y regresó por donde había llegado no sin antes ser testigo y destinatario de las protestas de miles de sudafricanos antes su indeseada visita.

Era 28 de Junio de 2013 y restaban tan sólo tres días para que el 1° de Julio se cumplieran los primeros cinco años desde que Nelson Mandela saliera de "otra injusta prisión" en la que lo habían metido: la lista de terroristas que los Estados Unidos habían elaboraborado tiempo atrás.

Mientras Obama seguía repitiendo como un lorito que Mandela es su ídolo, otro nefasto mandamás del mundo como George W. Bush vomitaba a la distancia otra frase tan poco creíble como obscena: "El legado de Madiba (Mandela) vivirá siempre"...
Fue precisamente durante su segunda e ilegítima presidencia cuando el país rector de la moral mundial había elaborado la lista de terroristas mundiales que incluía (curiosamente) a Nelson Mandela. En 2008 vaya uno a saber por qué vueltas de la vida (léase: conveniencia para Estados Unidos) se decidió "modificar" esa lista para poder lograr el fortalecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Sudáfrica. No vaya a ser que "quedaran mal ante el mundo". El, por entonces, senador norteamericano John Kerry, esbozó tibiamente que el haber incluído a Mandela en una lista de terroristas peligrosos para Estados Unidos era una verdadera deshonra, pero no fueron muchos los que se dignaron a escucharlo tampoco.

Y como siempre Estados Unidos "encuentra" una explicación que sólo ellos (y nadie más que ellos) puede llegar a ceer. No importaba nada más de Mandela: su encomiable lucha contra el racismo y el Apartheid, haber sido elegido primer presidente negro recién en 1994, haber ganado merecidamente el Premio Nobel de la Paz en 1993 y haber dado vida al legendario Congreso Nacional Africano (CNA), nada de eso importaba ya que la CIA y los sucesivos gobiernos norteamericanos "apretaron las tuercas" de sus engranajes de "seguridad" tras los auto-atentados del 11 de Septiembre del 2001 y consideraron "terroristas" a todos aquellos que "usaran la fuerza" para lograr sus objetivos. Según estos inescrupulosos, Mandela a través de las acciones de resistencia del CNA había utilizado "la fuerza" contra el Apartheid, por ende... era un "terrorista".
Mandela estuvo injustamente recluído en prisión por larguísimos 27 años. Y estuvo "preso" también en una lista confeccionada por los Estados Unidos. De ella, también, pudo salir.